Con los movimientos de tropas registrados en América Latina el territorio ingresó a la escena global como otra región en disputa por los imperialismos.
La semana pasada el Pentágono movilizó el portaaviones USS Gerald Ford, caracterizado por algunos medios especializados en defensa como “el buque de guerra más grande y moderno del mundo”, a las costas del Caribe.
A través de un anuncio oficial por el Departamento de Defensa, el buque partió desde el Mar Mediterráneo encaminandose al área bajo responsabilidad del Comando Sur de EE.UU.
Las grandes potencias luchan por su influencia y control del territorio. EE.UU. movilizó tropas y armamento en el Mar Caribe, cerca de la costa de Venezuela.
Sean Parnell, portavoz del Pentágono, señaló en X que el movimiento busca “desmantelar las organizaciones criminales transnacionales y combatir el narcoterrorismo en defensa del territorio nacional”.
“No mandas a uno de tus más importantes activos navales para estar parado y darse una vuelta. O lo usas o lo reasignas de inmediato. Lo más probable es un ataque con misiles contra Venezuela”, declaró a la agencia EFE el ex coronel de Infantería de Marina, Mark Cancian.

Brasil pívot de los Brics
En este contexto de militarización, se produjo un encuentro bilateral en Malasia entre el presidente de Brasil, Lula da Silva y su homólogo, Donald Trump, en el marco de la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN).
Allí, Lula intentó “relajar” la situación al plantear que “América Latina es una región de paz y se ha ofrecido a ser un contacto, un interlocutor, como ya lo ha sido anteriormente, con Venezuela para buscar soluciones que sean mutuamente aceptables y correctas entre los dos países”, según informó sobre la reunión Mauro Vieira, ministro de Relaciones Exteriores brasileño.

Si bien en las reuniones de la diplomacia el clima simula ser amistoso, la escalada del conflicto parece estar subiendo de tono.
De hecho, el domingo 26 otro buque de guerra de EE.UU desembarcó en Trinidad y Tobago. El Gobierno del archipiélago informó que la llegada del USS Gravely que atracaba en la capital de Puerto España hasta el jueves era motivada por un entrenamiento conjunto entre marines y las fuerzas de su país.
Luego del anuncio, el Parlamento de Venezuela declaró persona non grata a Kamla Persad-Bissessa, primera ministra de Trinidad y Tobago, por su alineamiento con el gobierno de Estados Unidos.


