Debate sobre la contrarreforma laboral y cómo enfrentarla. Por Huella del Sur.
Bajo la consigna “No sobran derechos, faltan trabajos dignos” un centenar de compañerxs trabajadorxs de diversos sectores y espacios políticos se reunieron el miércoles 26 de noviembre por la noche en el local de FATPREN en la Ciudad de Buenos Aires. La actividad, convocada por la Agenda del Pueblo Trabajador, fue un espacio de debate sobre las características de la contrarreforma laboral que impulsa el gobierno de Javier Milei, los cambios en el mundo del trabajo y cómo pensar la unidad del pueblo trabajador para enfrentarla. A su vez, se debatió sobre la necesidad de pensar propuestas alternativas que incluyan el mejoramiento de las condiciones de vida y trabajo.
Julia Soul, integrante del Taller de Estudios Laborales TEL, definió que la amenaza de la reforma laboral debe ser leída como parte de “una ofensiva patronal, una ofensiva del capital sobre el trabajo, que toma la forma de ofensiva legal, de la regulación, pero también se da en el terreno de las prácticas cotidianas en los lugares de trabajo y en las condiciones de reproducción de trabajo: educación, salud, servicios, vivienda, está todo estallado”. Indicó que esta amenaza se despliega sobre estos dos ejes: el de los cambios normativos y el ataque a las prácticas y condiciones laborales que se producen en los lugares de trabajo día a día.
Por otro lado, hizo hincapié en el ataque a la reproducción social de la vida de les trabajadores con una mercantilización y asedio constante. Esto se enmarca en una afrenta que obliga a trabajar más, descansar menos y que los salarios sean menores como una forma de sometimiento. “No se trata de un gobierno de psicópatas, sino de una ofensiva de clase, es una necesidad de la clase dominante, de los patrones, de los empresarios sobre el conjunto de la clase trabajadora”, explicó, y la contrarreforma es un instrumento más.
Otro aspecto que abordó en su análisis es la constante desinformación y rumores que mantienen a la militancia y a amplios sectores constantemente en alerta y los desgasta como estrategias de distracción de los grupos dominantes hacia los oprimidos.
Soul rescató la tradición argentina de construir cuerpos de delegados y comisiones internas, como herramientas de poder para resistir estos embates. Señaló igualmente las dificultades que atraviesan esos mecanismos de organización frente a los acuerdos de las patronales con las cúpulas sindicales.
Matías Cremonte, presidente de la Asociación Latinoamericana de Abogados Laboralistas, hizo hincapié en que hay que plantear la falsedad de la premisa que enmarca el proyecto del gobierno. Expresó que, sin dudas, la reforma propuesta es regresiva, implica un deterioro aún mayor de las condiciones de vida de lxs trabajadores, pero es presentada falsamente como una oportunidad que permitiría un beneficio social y económico virtuoso con un crecimiento del empleo y del trabajo registrado. “La legislación laboral es intranscedente hacia los efectos que supuestamente se busca, en todo caso es la política económica de cada gobierno que hará que crezca el empleo o el empleo registrado, que crezca la economía o por el contrario, como está ocurriendo ahora, que todos esos indicadores en general decrezcan”.
Cremonte refirió que no existen experiencias en el mundo donde este tipo de reformas hayan mejorado ni la economía ni la situación de la fuerza de trabajo como lo muestra el estudio que hizo la OIT sobre 63 países de distintos grados de desarrollo que hicieron este tipo de reformas regresivas. A su vez, sentenció que los cambios en la regulación laboral deberían apuntar a proteger a lxs trabajadores ante situaciones de crisis en lugar de atacar sus derechos.
Desde la perspectiva del abogado, para prever la reforma que busca instalar el gobierno, hay que mirar al DNU 70/23 que atacaba los derechos individuales y colectivos de una manera nunca visto y La Ley Bases. Para el laboralista, el gobierno apunta a posibilitar una mayor acumulación de ganancias de los empresarios, sin inversión tecnológica. Otro efecto buscado es el sometimiento de algunos resortes defensivos que aún conservan lxs trabajadores dentro de la Ley de Contratos de Trabajo. “Los dos grandes objetivos son la rentabilidad y el sometimiento”.
Como punto central en la disputa, la voluntad de la clase dirigente de pasar de negociaciones por sector a representaciones por empresa, e inclusive individual, augura un debilitamiento mucho mayor de la clase trabajadora y es uno de los aspectos que pueden llevar a una pérdida del sentido de la organización sindical. “Y lo más grave que es el proyecto de la limitación del accionar colectivo, porque vuelven al concepto de la ampliación de lo que se considera servicio esencial hacia la generalidad de todas las actividades, restringiendo el derecho a huelga”.
Otra de las intervenciones estuvo a cargo de Dámaris Rolón, militante de Marabunta y del FOL -Frente de Organizaciones en Lucha. Señaló que el sector piquetero se reconoce como clase trabajadora, historizó el proceso de lucha de los tempranos 2000, y los repertorios populares de corte de ruta, democracia directa y reconstrucción del lazo comunitario que las organizaciones populares supieron construir entre referentes de larga trayectoria militante y masas hambreadas.
Dámaris señaló que los movimientos piqueteros incluyen tres generaciones de personas que no han vuelto a ingresar al mercado laboral, con la perspectiva de que esto se amplíe aún más con las políticas actuales. A su vez, mencionó las diferentes políticas sociales que en las últimas décadas se plantearon -al menos enunciativamente-reinsertar a sectores populares en el mundo del trabajo y no lo consiguieron. La militante, planteó como interrogante si es posible, en el marco del capitalismo actual pensar un país con pleno empleo y trabajo de calidad. Llamó a la construcción de un programa que plantee una reforma laboral progresiva que beneficie a les trabajadores.
Por último, compartió unos párrafos de la proclama de la CGT de los Argentinos del 1° de mayo de 1968 que, bajo el gobierno militar de Onganía, llamaba a enfrentar las políticas regresivas confiando en las bases por encima de dirigentes iluminados, bajo la consigna “Solo el pueblo salvara al pueblo”.
El conversatorio culminó con la presentación de Daniel Yofra, referente del Sindicato de Aceiteros y Desmotadores. El dirigente afirmó que, desde la clase trabajadora, para frenar la reforma “no podemos confiar en los legisladores ya que, o son patrones o nunca han trabajado bajo la opresión de uno”. Yofra mencionó hitos de la lucha histórica de su sindicato para dar cuenta de que la utilización de la herramienta de huelga por períodos de tiempo prolongados permitió, en un sector que mueve buena parte de los dólares de exportación del agro, torcer la presión patronal y tener hoy día incluso salarios iniciales que permiten sostener una vida digna pero que no era así antes de iniciar estas sucesivas luchas para mejorar sus condiciones. Sino que se logró con la lucha, las asambleas, y la huelga. También cuestionó el rol de la dirigencia de la CGT que dejó pasar una oportunidad histórica para enfrentar a este gobierno, y sostuvo que la nueva conducción “tiene la oportunidad en pocos días de salir a enfrentar al gobierno y no con diálogo sino con lucha, un plan de lucha hasta que solucionemos los problemas de todos”
El líder aceitero sostuvo que el único plan de lucha posible frente al actual gobierno es el paro por tiempo indeterminado.Refirió que los paros salpicados de vez en cuando no sirven como estrategia. “Creo que tenemos muchos puntos en común para lograr la unidad, pero obviamente si la unidad no lleva detrás un plan de lucha no tiene sentido y seguiremos postergando nuestras necesidades, seguiremos postergando muchas generaciones, por miedo a enfrentar a un gobierno que cuando se le planta, se gana porque nosotros lo hicimos”.
Yofra llamo a convocar a los gremios mas representativos de las puntas de las cadenas de valor que integran las centrales actividades económicas para accionar paros por tiempo indeterminado y frenar la acumulación de valor de las empresas como elemento de combate a esta avanzada del capital.
En el intercambio posterior a las alocuciones, se escucharon las problemáticas y propuestas de referentes de luchas sindicales, sociales, y transfeministas. Estuvieron presentes trabajadorxs petroleros, del INTI, trabajadores de prensa afiliados al SIPREBA, docentes de SUTEBA Tigre, referentes de FASINPAT, de la Universidad de Buenos Aires, entre otros. Se planteó la necesidad de presionar a las direcciones sindicales y también desbordarlas. De protagonizar las luchas en cada lugar de trabajo y también en la calle frente al gobierno y su contrarreforma. Desde la Agenda del Pueblo Trabajador se llamó a construir espacios de coordinación amplia de sectores en lucha para enfrentar la Contrarreforma laboral pero también con proyección de construir poder y proponer alternativas generales a los planes de destrucción y ajuste en curso.
La actividad completa puede verse aquí.
