En 1ro de mayo se conmemora la lucha del movimiento obrero en Estados Unidos y sus mártires de finales del siglo 19. Con esa referencia los trabajadores y trabajadoras de todo el mundo reivindican su unión contra la explotación.
En nombre del progreso industrial en Estados Unidos a finales del siglo XIX los capitales de las grandes industrias buscaban extraer hasta más no poder la fuerza de trabajo de niños, jóvenes, mujeres y hombres, sólo con el objetivo de mayores ganancias y acumulación. La situación de la clase trabajadora, en pos de ese progreso, se sumergía cada día más en la miseria y la explotación.
En dicha época, el trabajo de 12, 14 o incluso 16 horas diarias era cosa común. Muchísimos trabajadores se encontraban bajo esa modalidad, sin contar las innumerables condiciones de insalubridad, fuerza sobrehumana y maltrato que sufrían cotidianamente.
Lejos de esperar soluciones mágicas, los trabajadores comenzaron a unirse bajo un interés común realizando medidas cada vez de mayor contundencia. En 1886 la lucha era el punto en común, demostrando a partir de sus proclamas, actos y acciones directas contra los explotadores la ferviente determinación con la que buscaban sus objetivos. Llegado al punto del 1ro de mayo donde se convoca a una huelga general y movilización exigiendo “8 horas para trabajar, 8 horas para descansar y 8 horas para formarse”.
Luego de enfrentamientos a lo largo de 4 días sin interrupción que duró la huelga, el punto más álgido se llevó a cabo en la Revuelta de Haymarket. La misma fue convocada por un periódico donde exclamaba: “Las mujeres y los hijos de los pobres lloraban a sus maridos y a sus padres fusilados, en tanto que en los palacios de los ricos se llenaban vasos de vino costosos y se bebía a la salud de los bandidos del orden. ¡Sequen sus lágrimas, los que sufren! ¡Tengan coraje, esclavos! ¡Levántense!”
La respuesta contra esa iniciativa fue la represión, asesinando a cerca de 50 trabajadores y llevando presos a sus principales dirigentes. Días después, 3 de ellos fueron sentenciados a cadena perpetua, y otros 5 a pena de muerte. Estos son recordados como los mártires de Chicago.
Acá en Argentina, en 1890 se realizó el primer encuentro por el 1ro de mayo, donde reivindicaron la lucha del movimiento obrero en Estados Unidos y sus mártires, borrando poco a poco las fronteras y distancias geográficas que por intereses que les eran ajenos dividían a los trabajadores de todo el mundo.
Los intentos por destruir a este movimiento en el país se replicó a lo largo la historia, recordando los hechos de la Semana Trágica y la Patagonia Rebelde, como sucesos contemporáneos al surgimiento de una incipiente clase trabajadora organizada a través de sus asambleas, asociaciones y sindicatos.
La rica experiencia, forjada a sangre y sacrificio, nos demanda en la actualidad extraer las enseñanzas para avanzar. El 17 de Octubre, los Rosariazos, el Cordobazo, el Viborazo, el programa de la CGT de los Argentinos, la resistencia de las organizaciones revolucionarias en la dictadura, solo por nombrar algunos hechos, hoy más que nunca siguen presentes en nuestra memoria colectiva para tomar las bases y empujar con más fuerza y convicción el camino que nos conduzca a la liberación.
¡Trabajadores unámonos, que lo único que tenemos para perder son nuestras cadenas!