Nueve presidentes de Latinoamérica, entre ellos Fernández, se reunieron con representantes del FMI, Banco Mundial, BID y la Unión Europea para estar “Juntos por una respuesta para América Latina y el Caribe ante la COVID-19”
El miércoles 24 de Junio, el presidente de España Pedro Sánchez convocó a una reunión llamada Conferencia de Alto Nivel con la intención de promover la iniciativa “Juntos por una respuesta para América Latina y el Caribe ante la COVID-19”. Pero, ¿De qué consta esta respuesta?
Presentes
De la reunión participaron presidentes de Latinoamérica, representantes de organismos multilaterales de crédito y el presidente de España.
Por el lado de los presidentes Sebastián Piñera, de Chile, Iván Duque Márquez, de Colombia, Carlos Alvarado Quesada, de Costa Rica, Lenin Moreno, de Ecuador, Martín Vizcarra, de Perú, Mario Abdo Benítez, Paraguay, Danilo Medina, República Dominicana, Luis Lacalle Pou, Uruguay, y Alberto Fernández, por Argentina.
En cuanto a los organismos de crédito participaron la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, el vicepresidente del Banco Mundial (BM), Carlos Felipe Jaramillo, y el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno.
También hubo participación de organismos como la CEPAL (Comisión Económica de Naciones Unidas para América Latina y el Caribe), el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).
Cuáles son las intenciones
Allí, los distintos representantes conversaron sobre una salida en conjunto de la crisis, en la cual Pedro Sánchez se mostró interesado en la “salida en conjunto” de la crisis ocasionada por el COVID-19.
Particularmente los organismos multilaterales de créditos (que viven del interés pagado por los estado-nación) explicitaron sus motivos respecto de la reunión: fortalecer las economías emergentes para el pago de deudas, ejecución de nuevos préstamos y planificación de políticas junto con los Gobiernos que pidan dichos préstamos.
En el caso de la representante del FMI, en un discurso pre-elaborado pidió a los presidentes que frente a la situación económica “gasten lo que sea necesario, pero gasten con prudencia y guarden los recibos, tanto para volver con el tiempo a una posición fiscal sostenible como para garantizar la rendición de cuentas de los gastos relacionados con la pandemia”
También dijo que están preparados para actuar con rapidez y “para poner nuestra capacidad de préstamo de USD 1 billón al servicio de nuestros miembros”. A su vez comentó como duplicaron “el acceso a financiamiento de emergencia y las solicitudes de financiamiento de emergencia provenientes de 70 países, con desembolsos por un valor total de aproximadamente USD 25.000 millones”.
En cuanto a Latinoamérica, Georgieva dijo que del total de los desembolsos, USD 5.500 millones son de 17 países del Caribe, América Central y América del Sur, además anunció la aprobación de Líneas de Crédito para Chile, Perú y Colombia, elevando así los préstamos a la región a USD 107.000 millones.
Estos organismos prestan dinero a los países que se encuentran en situación crítica con dos condiciones, por un lado, la devolución del dinero prestado con intereses casi interminables y, por otro, la ejecución de programas de políticas fiscales, financieras y de inversión.
En ese marco cerró su discurso diciendo que mantendrán su “sólido compromiso con la región en lo que se refiere a fortalecimiento de las capacidades y asesoramiento de política económica, preparándose para una reorientación de las políticas”.
Plan Marshall para América Latina
En cuanto al presidente Alberto Fernández, acompañado por el canciller, Felipe Solá, propuso dos medidas frente a la situación. La primera fué la intención de coordinar un Comité Global para el Manejo de Crisis que se encargue de intercambiar programas médicos, vacunas, inversiones, entre otras cosas, frente a la crisis.
La segunda propuesta fue la necesidad de un “Plan Marshall para América Latina, Caribe y África”, haciendo referencia al programa fue impulsado por EEUU para “ayudar a los países Europeos devastados” al finalizar la II guerra mundial, en el que a través de préstamos de dinero, impulsó reformas monetarias, tributarias, comerciales y financieras que permitieran el flujo sin problemas de capitales Estadounidenses en el viejo continente.
La reunión concluyó con una declaración conjunta de todos los participantes, que incluyó las propuestas de elevar los flujos de inversión para la región, y de respaldar medidas como la reestructuración y alivios de deudas por parte de los organismos internacionales, además de acompañar los objetivos de la Agenda 2030 de la ONU para América Latina.