“Necesitamos de un programa unificador que contemple las necesidades de todo el universo trabajador”, dijo Pablo Bertoglio (La Bancaria) en una entrevista a Tribuna.
Ayer por la tarde realizamos una entrevista a Pablo Bertoglio, secretario general de La Bancaria Villa María, donde puso su mirada sobre el momento actual y la tarea indelegable para el movimiento obrero en la actualidad: un programa que contemple los intereses de los trabajadores y unifique la posición frente aquellos que constantemente buscan perjudicarnos.
Los grupos económicos están en plena guerra, donde unos ganan y otros pierden. En paralelo no emerge un proyecto propio de la clase trabajadora ¿Qué apreciación tenés respecto a ello? ¿Cuáles son las condiciones actuales?
Actualmente nos encontramos en el advenimiento de la cuarta revolución en el universo del trabajo, que es la llamada revolución tecnológica y la financiarización de la economía. Esto nos impacta de lleno en los niveles de empleo, ya que se necesita mano de obra calificada y condicionada por la implementación de estas nuevas tecnologías y el avance tecnológico acelerado por la pandemia implica también que el usuario o cliente interactúe con su proveedor de bienes o servicios realizando tareas antes ejecutadas por Trabajadores.
La “antigua” globalización de la mano del exponencial avance tecnológico reduce aún más el tamaño del planeta en términos económicos y culturales.
Más allá de eso, las empresas globales operan en cada país dentro del marco normativo y legal establecido por cada nación en particular, el desafío no sólo implica el hecho puntual de hacer cumplir nuestra legislación laboral vigente sino también relacionarnos y hallar puntos de coincidencia sobre los cuales trabajar con representantes sindicales de otras naciones, obviamente en beneficio del trabajador global.
Por otra parte, en nuestro país el movimiento obrero encuentra distintas expresiones, el desafío interno en este caso es hallar una síntesis, un programa que unifique, progresista y que busque no sólo preservar derechos sino avanzar en la conquista de nuevos derechos para nuestro universo trabajador que en definitiva es nuestra tarea a la hora de dignificar al ser humano individual y colectivamente
En ese marco el desafío es doblemente importante: tener la fuerza para poder llevar a cabo aquello que decimos hoy, y lo principal, un programa.
No le podemos pedir a ningún gobierno que sintetice la posición del movimiento obrero por nosotros. Primero la tenemos que sintetizar nosotros, favoreciendo a los trabajadores y que encolumne a las centrales obreras. Esto haría que la CGT vuelva a tener un prestigio que perdió hace muchos años.
¿Qué experiencias históricas existen respecto a esto?
Hay muchas, por ejemplo la CTA de los Argentinos, programa de La Falda, de Huerta Grande. A ver, hablamos de eso, de compañeros que defendían los derechos de los trabajadores. Ahora tenemos a personas en el movimiento que defienden los derechos de los empresarios en vez de los trabajadores.
Tenemos que marcar agenda nosotros también, porque las corporaciones, los empresarios, todos pueden marcar agenda y el movimiento obrero está dividido en veinte pedazos y no puede. Nuestra posición debe contemplar los intereses de los trabajadores, con o sin trabajo, y marcar agenda en ese sentido.
Algunos bancos y firmas agroexportadoras fueron las más beneficiadas en el último tiempo ¿Qué pensas de ello?
Debemos tener en cuenta que las empresas ganan muchísimo más porque esa es la naturaleza del empresario. En un marco donde ellos ganan mucho te quieren pagar lo menos que puedan. Y en el momento de perder lo que quieren hacer todos los empresarios del mundo es socializar las pérdidas, nunca repartir las ganancias. Nos acostumbramos a eso.
Algunos bancos y empresas agroexportadoras han sido las grandes beneficiadas por el modelo económico-financiero que impulsó Cambiemos, ese escenario nosotros como sindicato bancario obtuvimos importantes aumentos salariales e incluso conquistamos nuevos derechos sin perder puestos de Trabajo en un marco absolutamente adverso.
Nuestro enfrentamiento con el capital propiamente dicho, aliado a un gobierno neoliberal que además como pasó durante el menemismo atacó con ferocidad a la banca pública, no ha sido gratis, ni hemos quedado indemnes, sino que hemos sido atacados duramente y asumimos las consecuencias. No obstante podemos decir con mucho orgullo que bajo la conducción de Sergio Palazzo nuestro gremio defendió con mucho éxito los intereses profesionales de nuestros compañeros y compañeras.
En otros países tienen otro comportamiento de acuerdo a las leyes laborales que hayan o dejen de haber. Entonces tienen mayor o menor flexibilidad en otros países. Pero acá se manejan por el convenio y están regidos por el convenio de la actividad y está controlado por el sindicato. Y lo importante de que así sea.
Lo mismo tiene que pasar en todos los ámbitos aunque, claramente, el nuestro es un escenario en el que nos están ganando.
En estos últimos meses se acrecentaron los índices de pobreza, desocupación, precios, condiciones de vivienda y endeudamiento familiar ¿Cómo ves esa situación?
Lo veo como una consecuencia lógica de una pandemia global que hace mínimamente 100 años que la humanidad no tenía. En un contexto de depresión a nivel mundial, con índices nunca vistos de la depresión económica desde 1929, lo que a nosotros nos pasa les pasa al mundo entero.
La estrategia de Alberto Fernández ha sido correcta y fue acertada. Ninguna economía se puede juzgar en función, ninguna gestión económica se puede juzgar a nivel mundial en el marco de esta pandemia porque a todo el mundo le ha ido mal.
La política del gobierno está condicionada por esta situación que describís. Ese argumento ¿Refuerza la mirada de que con la política pública alcanza para solucionar nuestros problemas?
Hace falta de todos los actores para salir adelante de esto, pero hace falta un marco de equidad, y eso puede lograrse en un sistema progresista, no en un sistema neoliberal. En un sistema neoliberal ganan 10 y se empobrecen millones. En un sistema progresista se tiene el 20% de la torta, y es lógico que el estado no maneje todo, estamos en un estado democrático, pero nos dá la posibilidad de estar en otras condiciones.
¿Cuáles son las tareas indelegables del movimiento obrero en la actualidad?
Primero es generar una síntesis del mismo, que está disgregado en un montón de partes. Tiene que unirse, pero detrás de un programa superador que proteja los derechos de los trabajadores y el trabajo de todos los argentinos.
Esa es la base, una síntesis encolumnada detrás de un programa, o una síntesis que sea un programa. Después los nombres van a aparecer, seguramente.
Por otro lado, el presidente Alberto Fernández expresó al asumir que el movimiento obrero organizado iba a ser parte de su gobierno y nuestro legítimo reclamo ha girado siempre en torno de ser partícipes de los grandes temas nacionales, por lo tanto una síntesis contenida en un programa que exprese nuestra posición es fundamental y debe ser la herramienta que encolumne a las distintas expresiones del movimiento obrero, una voz que represente a todas nuestras voces.
Pensar que los otros van a jugar para los laburantes, en este momento, es imposible. Hay que estar dispuestos a implementar lo propio, que realmente represente los intereses de los argentinos. Estamos hablando de un programa que va a ser llevado a cabo por gente que piense en los trabajadores.
Por eso digo que todo ello, necesariamente, debe estar dentro de una lógica progresista que busque defender derechos, preservar empleo y conquistar nuevos derechos buscando el bienestar para el pueblo trabajador.