Al tiempo que se profundizan los efectos de la pandemia, sectores empresariales vuelven a impulsar la reforma laboral como única opción para la salida de la crisis.
Roberto Lavagna, ex ministro de Economía durante los gobiernos de Duhalde y Kirchner, lanzó un documento titulado “Los pilares de un programa de crecimiento con inclusión”, donde propone cambios en el sistema de trabajo con el objetivo de reactivar la economía y el trabajo.
En lo que atina a ser una especie de reforma, Lavagna propone un sistema laboral en el que convivan el actual y uno nuevo que permitiría crear empleo en el sector privado. Propone imitar “el sistema que rige en la industria de la Construcción (Libreta de Trabajo, que supone aportes a un fondo de desempleo)”.
Se refiere al “Fondo de Cese Laboral” que implica la sustitución de la indemnización por un fondo de desempleo que el empleador deposita el 12% del salario mensualmente en el fondo durante el primer año de la relación laboral y el 8% a partir del segundo año. El dinero se deposita en una cuenta bancaria, genera intereses para el trabajador y son inembargables.
Este fondo fue propuesto tambien, a su vez, por Dante Sica, ex ministro de Producción y Trabajo, en la reforma laboral que intentó Cambiemos. “Luego se puede perfeccionar. Pero por aquello de que lo perfecto es enemigo de lo bueno, hay que actuar rápido”, justificó el ex ministro y candidato a presidente durante las últimas elecciones.
La CGT repudió la propuesta y en un documento, con las firmas de los titulares Héctor Daer y Carlos Acuña, y del secretario de Prensa y Comunicación, Jorge Sola, señaló que “con sorpresa y desazón, hoy la CGT y el país escucharon las propuestas equivocadas de un economista (Lavagna), quien pretende instalar falsos debates sepultados en las urnas”.
“No es posible disociar el empleo estable de los beneficios de la seguridad social. La protección del trabajo durante la pandemia de coronavirus fue una de las políticas que más consenso social tuvo y más apoya el movimiento obrero. Asociar la desprotección laboral a la modernidad es un error de consecuencias sociales inconmensurables”, sentenció la central.
Y no quedó ahí
Dos días después de esta propuesta, la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) presentó al presidente Alberto Fernández un documento con propuestas para “la recuperación argentina”. Para ello, la CAC considera que “un requisito inicial es la recuperación de la armonía entre el sector público y el privado. Para ello, un primer objetivo es obtener equilibrios presupuestarios, y el segundo es reducir el gasto público”.
Entre sus ejes, pidió al Gobierno establecer una jornada mensual de 180 horas, con banco de horas y vacaciones flexibles. Esta propuesta se centra en la”compensación de horas extras con días adicionales de vacaciones”, flexibilizando la duración, los días y los horarios de las jornadas laborales y reduciendo el costo que significan las horas extras para los empresarios.
Por su parte, Jorge Triaca, exministro de Trabajo del macrismo, ayer en su aparición en la conferencia anual del Centro para la Evaluación de Políticas basadas en Evidencia (CEPE) de la Universidad Torcuato Di Tella, al tiempo que valoró las medidas de Gobierno del Ingreso Familiar de Emergencia (el IFE) y el programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP), resaltó la necesidad de gremios y empresarios de discutir una reforma laboral que genere certidumbre para las empresas y una mayor formalización del trabajo.
Advirtió que “hay un problema claro” en el país porque la actividad económica y el mercado laboral vienen “de un estancamiento de ocho años”. “Y esto tiene que ver con cómo está constituido el marco institucional del vínculo laboral en el sector privado. Si nuestro marco institucional promueve el conflicto, la falta de previsibilidad y de claridad para tomar decisiones de hacer inversiones y la forma en la que se puede contratar a los trabajadores, eso va a retraer las chances de que se pueda mejorar el empleo privado formal”, opinó.
Por otro lado, el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, intentó poner paños frios y rechazó que el Gobierno vaya a impulsar una reforma de flexibilización laboral, aunque señaló que se discutirán algunas condiciones puntuales del mercado de trabajo.
“No tenemos ninguna intención de impulsar una reforma laboral en términos agregados, por supuesto que las relaciones laborales y cómo mejorar la productividad es algo que se pueda discutir. Pero en sentido general, flexibilización laboral, no está agendado, ya vimos qué resultados trae. Que se discutan las condiciones laborales no es algo que esté vedado“, agregó el ministro.