Durante el primer semestre del 2020, se encuentran bajo la línea de pobreza 2.849.755 hogares, es decir 11.680.575 personas. A su vez, 754.155 hogares se ubican bajo la línea de indigencia e incluyen a 2.995.878 personas, según informó el INDEC.
La pandemia irrumpió en Argentina apenas tres meses después de que el actual presidente, Alberto Fernández, asumiera las riendas del Ejecutivo con el principal propósito de acabar con la pobreza en el país, que atraviesa una recesión desde mediados del 2018 y está inmerso en una profunda espiral inflacionaria.
Con la llegada del coronavirus, el Gobierno optó por priorizar la salud y el 20 de marzo instauró una rígida cuarentena en todo el país, unas restricciones que siguen más o menos vigentes hasta el día de hoy.
“Prefiero tener 10% más pobres y no 100.000 muertos en la Argentina por coronavirus. Los que plantean el dilema entre la economía y la salud, están diciendo algo falso”, dijo el presidente Alberto Fernández en abril pasado, el mes de la cuarentena más dura, que registró la caída del PBI más importante en la historia (-26,4%). El segundo trimestre del 2020 cayó 19,1%, un número que supera el mayor tropiezo trimestral de 2002, según INDEC.
A su vez, la mayor caída en Argentina fue para la inversión, que se hundió 38,4% interanual (levemente por debajo de la registrada en 2002). Las importaciones cayeron 30,1%; las exportaciones, un 11,7%; el consumo privado cayó 22,3% y el consumo público un 10,1%.
La mayor retracción se observó en Hoteles y restaurantes que registró una baja de 73,4% interanual. Mientras que la construcción tuvo un descenso de 52,1%; la industria, de 20,8% y el comercio mayorista y minorista, y reparaciones, de 16,9%.
Pobreza e indigencia
El día miércoles se dieron a conocer las cifras sobre pobreza, correspondientes al primer trimestre del 2020, informadas por el Instituto oficial de estadísticas (INDEC).
#DatoINDEC
La pobreza alcanzó al 40,9% de las personas y al 30,4% de los hogares en el 1° semestre de 2020; la indigencia, al 10,5% y 8,1%, respectivamente https://t.co/zhQG4hJpMp pic.twitter.com/U2TZrVPOVO— INDEC Argentina (@INDECArgentina) September 30, 2020
Entre los 9.429.189 hogares encuestados, 2,85 millones de éstos (11.7 millones de personas) tienen como ingreso promedio alrededor de $25.759, mientras que la canasta básica total (CBT) por hogar de cuatro integrantes, tiene un costo de $43.758. Esto genera una brecha del 41,2% entre los ingresos por familia y el costo de la CBT.
Con respecto a la línea de indigencia, un 10,5% de la población, es decir 754.000 hogares (3 millones de personas) poseen un ingreso promedio de $10.301, cuando la canasta básica alimentaria (CBA) tiene un costo de $17.625 demostrando una distancia del 41,6% entre sus ingresos y el costo de la CBA.
Mientras la CBT aumentó un 19,2% y la CBA un 23,1% el ingreso total familiar solo tuvo un incremento de 11,0% promedio por debajo de la suma de canastas, lo que se refleja directamente en el aumento de familias pobres e indigentes.
El cálculo de las líneas tanto de indigencia como de pobreza, se realiza mediante un presupuesto estimativo del costo de la CBA y de la CBT, respectivamente. La Canasta Básica Total incluye alimentos más servicios, como por ejemplo, calzado, indumentaria, transporte, vivienda, atención médica, gastos de salud, educación etc. Mientras que la Canasta Básica Alimentaria, constituye una canasta de alimentos capaz de satisfacer un umbral mínimo de necesidades energéticas y proteicas.
Es en este contexto dónde estos indicadores críticos nos muestran que la realidad de multitud de familias en Argentina, se encuentra pendiendo de un hilo. La tasa de desempleo se ubica en el 13,1% por ciento, generando presión sobre el 40,9% de pobreza actual.
Son alrededor de 17,6 millones de personas económicamente inactivas, es decir, el 61,6% de los 28.6 millones de encuestados.
En un análisis por sexo y edad, el informe del INDEC sobre trabajo revela que la desocupación se incrementó en todos los grupos, pero que es mayor entre las mujeres de 14 a 29 años donde pasó de 23,9% en el primer trimestre de 2020 a 28,5% en el segundo trimestre.
La crisis sobre la espalda
Aunque el Gobierno puso en marcha una serie de medidas dedicadas a mitigar los efectos del confinamiento en los sectores más vulnerables, como por ejemplo la creación del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), una ayuda mensual de $10.000 dirigida a desempleados y trabajadores informales y que alcanza a unas 9 millones de personas, o la tarjeta Alimentar que abarca a 11 millones de personas, los índices de desigualdad social siguen en aumento.
Con distintos énfasis y matices, la crisis ha recaído sobre las espaldas del los sectores populares y a pesar de la implementación de distintas políticas sociales éstas no han pasado de ser un paliativo frente a la pobreza. La actual crisis, agravada por su carácter mundial, significa un desafío para un gobierno que ha priorizado la vida por encima de cualquier otra cuestión.

Los crudos números de pobreza dados por INDEC son vividos en los territorios como problemas concretos, como la situación que aqueja a miles de familias en las tomas de terrenos, hoy en Guernica, por citar. “Tuve que elegir entre pagar el alquiler y darle de comer a mis hijos”, declaró una de las mujeres que vive actualmente en Guernica. Números y voces. Son las dimensiones que asume una profunda crisis que es sostenida bajo las espaldas del pueblo trabajador.