Entrevista a Mario González, secretario general del Sindicato de los Trabajadores de la Carne y Afines de la Provincia de Entre Ríos.
Aun en mes del conflicto entre el Gobierno Nacional y los representantes del sector de la industria frigorífica por el cierre de las exportaciones de carne vacuna, las clases trabajadoras se encuentran cada vez más privadas del acceso a su consumo (en mayo registró un 76,2% anual, según IPCVA), mientra que, las exportaciones aumentaron a volúmenes históricos al alcanzar en 2020 900.000 toneladas y aportaron más de 2500 millones de dólares.
VER: https://tribunavm.com.ar/index.php/2021/05/20/vaquitas-ajenas/
Con este panorama, desde Tribuna conversamos con Mario González, secretario general del Sindicato de los Trabajadores de la Carne y Afines de la Provincia de Entre Ríos (Sitracaper).
-¿Qué posición tienen ante el conflicto del precio y las exportaciones del sector?
– Desde Sitracaper primero pensamos en el pueblo argentino, pero los empresarios siempre ven primero su ombligo. Tenemos el caso de Arrebeef, que exportan todo y a los trabajadores le estaban pagando 20.000 la quincena, trabajando 1100 cabezas por día. Los empresarios están ganando, pero ninguna medida les va a venir bien.
Primero tenemos que alimentar a nuestra gente, yo aprendí que Argentina no tiene una pobreza estructural, porque la pobreza estructural significa que no estamos preparados para alimentar a nuestra propia gente. En cambio, Argentina está capacitada para alimentar muchos países, entonces nosotros no tenemos una pobreza estructural, sino tenemos una pobreza a consecuencia de una corrupción a nivel político, sindical, empresarial, judicial. Entonces la solución acá sería exportar solamente la carne sin hueso, y todo lo que es con hueso queda para el consumo interno. Así se va a exportar lo que se tiene que exportar y consumir lo que tiene que consumir, con precios al alcance del trabajador.
-¿Qué piensa sobre las últimas medidas del Gobierno Nacional?
– Cerrar todo y abrir todo es malísimo, esto se transforma en una rivalidad que en la práctica a los únicos que perjudica es a los trabajadores, somos trabajadores de la carne y no nos alcanza para comprar un kilo.
Aquí el que siempre se lleva la ganancia es el empresario y el intermediario. Como pasa en el caso del sector lácteo, acá en Entre Ríos tenemos un montón de tambos y fábricas, pero si vos te acercas a comprar un poco de queso tenemos que hacer de cuenta que compramos oro, entonces hay alguien al medio que está ganando mucha guita. Si al que produce le pagan centavos, y al consumidor le cuesta fortuna, ahí al medio tenemos un problema.
– ¿A quiénes afecta más estas medidas?
– Esto no es muy difícil, es la ley de la selva, el más grande se come al más chico, si vos le cerras las exportaciones a los grandes frigoríficos, ellos siguen trabajando y venden al consumo interno, ¿y los chicos que venden al consumo interno a quien le venden?, los grandes pueden hacer dumping, bajar el precio y en poco tiempo el chico no aguanta.
Por eso estas medidas favorecen al rico, antes un asado era una costumbre, y ahora es como ganar la lotería.
En esta pandemia los gobiernos están justificados para gastar más, necesitamos que le den plata a la gente, aumentar las jubilaciones, ponerle un freno a los precios. Este gobierno no tiene ninguna cintura política, no queda bien ni con el enemigo ni con nosotros, camina por la avenida del medio que nos hunde cada vez más.