El litio se consolida como unos de los principales recursos en disputa en nuestro territorio. Empresas, gobiernos y organismos internacionales impulsan la “transición energética”.
La minera australiana Orocobre Ltd acordó la compra de Galaxy Resources, un competidor local más pequeño para crear el quinto productor mundial de litio. El acuerdo de acciones por 1.780 millones de dólares australianos (USD 1.380 millones) también establecerá la minera de litio más valiosa de Australia con una capitalización de mercado de 4.000 millones de dólares australianos.
La nueva entidad tendrá activos de roca dura, salmuera y productos químicos en Australia, Argentina, Canadá y Japón. Por capitalización de mercado, ocupará el quinto lugar después de Ganfeng Lithium Co, Albemarle Corp, SQM y Tianqi Lithium Corp.
El analista Reg Spencer de la corredora Canaccord Genuity afirmó que “ambas empresas tienen importantes planes de expansión, lo que pone a la entidad fusionada en camino de producir más de 130.000 toneladas de carbonato de litio equivalente (LCE), frente a las 40.000 toneladas actuales, con sinergias operativas y diversidad global para convertirla en un actor global importante”.
En el marco de esta fusión, el gobernador de Catamarca, Raul Jalil y la ministra de Minería, Fernanda Avila, recibieron a los representantes de la empresa conformada, Martin Perez De Solay, CEO de Orocobre; Nicolas Mordaglia, gerente de Asuntos Legales y Corporativos; y Guillermo Calo, gerente general de Galaxy Argentina.
En el encuentro se trató sobre las perspectivas de trabajo y la inversión de 150 millones de dólares proyectada para la etapa inicial de construcción de la nueva planta para extracción y refinamiento de litio en el Salar del Hombre Muerto, en Catamarca.
Una materia prima global
La creciente importancia de estos movimientos en torno a la producción de este metal blando, hasta el punto de ser llamado “oro blanco”, deviene en dos razones. En primer lugar, a la agenda verde que impulsan las potencias mundiales y organismos internacionales (como el Acuerdo de París), que tiene entre sus principales objetivos la reducción de gases de efecto invernadero y la transición energética.
Dicha transición implica el abandono de los combustibles fósiles, colocando al litio como la principal alternativa energética, al ser el componente nodal para la producción de celdas de baterías para los autos eléctricos. Además, es un insumo esencial para la fabricación de las baterías que usan celulares y computadoras portátiles, pero también utilizado en la industria metalúrgica, farmacéutica y del vidrio.
Una ilustración bastante precisa es la reciente inversión del grupo automotriz BMW con la minera estadounidense Livent, para la compra de la materia prima extraída de su mina en el Salar del Hombre Muerto. El grupo alemán proyecta que para 2030 la mitad de las ventas globales de la compañía provengan de vehículos totalmente eléctricos.
Los ejemplos pueden verificarse hasta en nuestra región, donde la Cooperativa de Servicios Públicos, Vivienda y Crédito Tío Pujio Limitada hizo público su acuerdo con la empresa nacional Coardis SA para la comercialización del auto eléctrico “Tito”, producido en la provincia de San Luis, con una autonomía de 100 kilómetros y de carga “directa a conector de 220 V domiciliario”.
El precio del litio creció un 224% en 2020.
En segundo lugar, la Argentina representa un territorio estratégico para la extracción de este recurso, al formar parte, junto a Bolivia y Chile, del denominado “Triángulo del litio”, que concentra 47 de las 80 millones de toneladas de reservas identificadas en todo el mundo.
A su vez, con los proyectos de Salar de Oraoz (Jujuy) y del Hombre Muerto en operación, nuestro país representa el cuarto productor a nivel mundial. A estos proyectos, se suman 2 proyectos en construcción, 13 proyectos en etapas avanzadas de factibilidad y más de 40 en exploración.
Los proyectos en operación, el Salar de Olaroz se encuentran bajo la explotación de la mencionada Orocobre y Toyota Tsusho (con un 8,5% de participación de la empresa público-privada jujeña JEMSE), y en el Salar del Hombre Muerto de Catamarca, la estadounidense Livent Corp.
Para el año 2019 las exportaciones representaron 135 millones de dólares.
Por su parte, Ganfeng Lithium, firma líder en el rubro, anunció recientemente que invertirá en una planta para producir 20.000 toneladas anuales de carbonato de litio para exportación en Salar de Llullaillaco, en la provincia de Salta, donde se desarrolla el proyecto de salmuera de litio Mariana. El proyecto sería el primero en el mundo que se abastecerá con energía solar, tendrá una inversión de USD 580 millones y generaría 1300 puestos de trabajo directos y 3000 indirectos.
Además, el mes pasado el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, rubricó acuerdos para la producción de baterías de litio en la provincia con las empresas chinas Ganfeng y Confeng Lithium. En el acto de la firma con Ganfeng, Morales valoró “el impulso que el presidente Alberto Fernández y el ministro Matías Kulfas le están dando al proyecto de movilidad eléctrica que generará un gran cambio en la matriz del transporte en el país y en la región”.
“¡Energía limpia para litio limpio!”.
Ganfeng Lithium, en publicación de Linkedln.
Otro campo de disputa
Entre medio de la batalla de las empresas extranjeras que luchan por la explotación del litio, el ministro Kulfas confirmó la creación de YPF Litio, una nueva sociedad anónima que permitirá “contar con una empresa nacional que pueda trabajar con empresas privadas en el desarrollo de este mineral que puede ser, no sólo una gran fuente de trabajo, sino que permitirá entrar en una carrera tecnológica a nivel mundial que va a tomar mucha fuerza en la segunda mitad de este década”.
A su vez, el ministro descartó la posibilidad de nacionalización del recurso al recordar que “el litio pertenece a las provincias”, buscando despejar la incertidumbre que venían planteando los gobiernos de la “Mesa del Litio”, conformada por Jujuy, Salta y Catamarca.