Una mirada nacional, y el proyecto pendiente por una América liberada.
El día de hoy es conmemorado por los compatriotas argentinos y argentinas como el día de la Independencia. Recordamos la gesta histórica que durante el Congreso General de las Provincias Unidas del Río de la Plata se proclamó liberada del yugo de la dependencia al Poder Español y toda potencia extranjera.
El contexto internacional de creciente disputa en territorio europeo que protagonizan las actuales España, Francia e Inglaterra, la proliferación de ideas republicanas en desmedro de los poderes monárquicos y el desarrollo de condiciones del capitalismo manufacturero y comercial con la revolución industrial generaron las condiciones materiales para las revoluciones independentistas del continente americano.
Desde Europa, la Corona Británica veía con buenos ojos el mercado americano donde poder inyectar las mercancías que se producían en el viejo continente. Pero, el avance de Napoleón Bonaparte en Francia sobre la corona española retrasarían ese proceso generando un escenario adverso para los ingleses.
Los ingleses veían que el desarrollo francés y la conquista del poder napoleónico en España generaría grandes desventajas para hacerse del territorio americano, por lo que terminaron aliándose a España para combatir a los franceses
En España transcurría una guerra civil, guerra de clases y la base de su pueblo se unificaba ante los intereses externos lo que haría avanzar la cuestión nacional en aquel territorio.
Mientras tanto, en América, criollos y españoles lucharían decididos contra los Virreyes que habían perdido gran poder ante el asedio que sufren sus poderes centrales a miles de kilómetros.

Antes del 9 de Julio de 1816, algunos luchadores desplegaban diversas estrategias políticas que ponían en la mira la independencia colonial proponiendo en paralelo la superación de las diferencias de territorios en términos provinciales ya que pensaban que era necesario un Gobierno que integrase a esos territorios en una única Confederación Americana.
Tal como lo había pregonado Francisco de Miranda, una única Nación que abarcase desde Tierra del Fuego hasta el Misisipi. Ideas que luego serán retomadas por el libertador Simón Bolívar, fundador de la Gran Colombia (actual Venezuela), y del mismísimo San Martín, quien veía la necesidad de dar batalla en la Cuenca Platense, Chile y Perú caminando la liberación social contra el sectarismo porteño aliado de la burguesía ganadera y portuaria de la Pampa húmeda.
Bolívar, 1814: “Para nosotros la patria es América”
Algunas experiencias históricas como las Provincias de la Liga de los Pueblos Libres en 1815, el Congreso de Panamá convocado por Bolivar, la iniciativa Sanmartiniana por cruzar la cordillera y liberar Chile y Perú, la Confederación de los Pueblos presidida por Artigas, la proclamación de un Rey Inca como dijeran Belgrano y San Martín para integrar a los indios y esclavos, daban muestras de que la construcción de otra fuerza, en una escala superior eran una necesidad para el nuevo orden, pero las condiciones de fuerza no lo permitieron.
En cambio, avanzarían las revoluciones nacionales de las cuales serían impulsores los intereses extranjeros, externos al Poder Español, en alianzas con las clases dominantes como los ganaderos y exportadores de la Pampa Argentina.
En palabras de Abelardo Ramos: “Las peculiaridades del puerto, su poder aduanero y rentístico, su indiferencia por las provincias y América Latina, su condición de productor, exportador e importador convertirán a los intereses de Buenos Aires en uno de los factores motrices de la balcanización. De la voluntad porteña nace la ´Nación´ uruguaya, la ´Nación´ boliviana, la ´Nación´ paraguaya”.
La reivindicación de las independencias nacionales empujadas por nuestros libertadores y los pueblos oprimidos, nos arrojan la experiencia histórica que cuando un pueblo se une por su liberación no tiene nada más que perder que sus cadenas.