En 2021 el BCRA transfirió más de 1,2 billones de pesos en intereses a los bancos, equivalente a 13 veces más que cada cuota del IFE.
Durante los meses que transcurrieron del 2021, hemos observado cómo el poder adquisitivo del salario, su capacidad de compra frente a los consumos mínimos, han sido rebasados por el espiral inflacionario.
Las proyecciones anunciadas a principio de año, según el presupuesto de la administración Central aprobado en el Poder Legislativo, estimaron que sería del 29% anual. Por eso, los sucesivos cierres paritarios fueron acordados bajo esos parámetros.
Para los primeros siete meses, la inflación alcanzó el 29,1%, acumulando un crecimiento anual del 51,8%, según datos difundidos por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
La situación de promesas había tambaleado, la realidad se la llevó puesta, y el ejercicio de los capitales que traccionaron para absorber los salarios vía inflación se impusieron de facto.
Algunos gremios comenzaron a repuntar sus paritarias. Fue el caso de los trabajadores del Congreso, que rompieron el techo del 40%, y continuaron camioneros (45%), Anses (40%), personal doméstico (42%), neumáticos (50), químicos (42%), y hasta la reapertura de paritaria que empujó el propio Sergio Palazzo de los bancarios, quienes habían sido los primeros en cerrar las escalas salariales dentro del sector privado.
Pero, a algunos sectores del capital la noticia de la inflación no los tocó ni siquiera de cerca.
Ganancias seguras
Entre los sectores que crecieron durante la recuperación económica se encuentra la actividad bancaria empujando al alza sus ganancias a través de la generación de intereses generados por prestar plata al Estado.
A través de la emisión de las Leliqs (Letras de liquidez) e instrumentos pasivos remunerados, los bancos obtuvieron durante los primeros siete meses del 2021 un crecimiento en intereses de $689.621 millones, un 89% de incremento frente a los $363.187 millones en 2020. Superando la inflación de ese periodo que había sido del 51,8%.
El economista Horacio Rovelli, en una nota publicada en El Cohete a la Luna, reconoció que en medio de la segunda ola de coronavirus no se pagó la cuarta cuota del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) sumando un monto de unos 90.000 millones. En cambio, se le reconoce a los bancos por no prestar (LELIQs y Pases Pasivos) más de 1,2 billón de pesos de intereses en lo que va de 2021 (13 veces más que cada cuota del IFE).
Durante julio los intereses por mecanismos de emisión alcanzan los $ 117.319 millones
Las Leliqs son una herramienta utilizada por el Banco Central (BCRA) que es utilizada a fines de captar la liquidez monetaria (dinero en circulación). El objetivo que persigue esa absorción de liquidez es detener la demanda de dólares y frenar la inflación. Entonces el Central emite estas letras que sólo pueden ser adquiridas por los bancos.
Los banqueros utilizan los depósitos de los ahorristas (empresas y público) y con ese dinero migran hacia la compra de estas letras obteniendo ganancias en pesos. Es negocio seguro ya que se utiliza el dinero de los usuarios y se compran obteniendo rentabilidad asegurada.
Son emitidas diariamente y tienen un plazo de siete días donde pueden ser renovadas (esto es lo que está ocurriendo) creciendo el intereses por dicha operatoria o bien ser cambiadas por pesos.
Al 30 de agosto el sector privado tenía depositados en bancos $6,6 billones y las colocaciones en Leliq y Pases por parte de los bancos llegan a $4,1 billones.
Cuando el banco tiene en su poder el dinero de los plazos fijos, puede circular esos ahorros haciendo transferencias por créditos al capital productivo. Según la visión keynesiana este sería el modelo propuesto para canalizar la inversión productiva. O bien, priorizar un esquema de ganancia segura mediante la adquisición de papeles.
62% de los depósitos privados se encuentra colocado en instrumentos emitidos por el Central para absorber dinero excedente y un 28% en letras del Tesoro.
Para Juan José Vázquez, jefe de research en Cohen Aliados Financieros: “Los préstamos al sector privado interanual crecen al 30% y el stock de Pases más Leliq al 57,4%. O no hay demanda de sector privado a las tasas que le piden los bancos o los bancos prefieren no correr riesgo con privados y van a Pases y Leliq”. Un informe de la consultora Equilibra destacó que “pese a que los préstamos al sector privado en pesos llegarán a las PASO con el impulso de las últimas semanas, vienen cayendo 10% en términos reales en el acumulado del año”.
Según Pablo Repetto, de GRA Consultora: “El stock de Leliq y Pases tiene una emisión endógena creciente, que ya está en el orden de 3,5% del PBI, lo cual obliga a absorber esa parte que se emite con más Leliq y más Pases“. El economista añadió: “Ese proceso está destinado a seguir creciendo y se genera una sensación de riesgo de desequilibrio cada vez más grande”.
El año comenzó con 2,8 billones de pesos de stock de letras y en 8 meses aumentaron en 1,2 billones, según el portal Impulsonegocios.
Previo a las elecciones del 2019, el todavía candidato Alberto Fernández, durante una entrevista con el periodista Roberto Navarro, había declarado: “Vamos a dejar de pagar los intereses de las Leliq que la Argentina está pagando todos los días”, consultado acerca de cómo afrontaría el 20% de aumento propuesto para jubilaciones.
Durante la semana pasada, Martín Guzmán participó de un acto frente a empresarios cordobeses donde aseguró que: “hay que seguir reordenando el funcionamiento del sistema financiero. Hoy tenemos una situación en la cual el stock de Leliqs más pases pasa los 4 billones de pesos. Esa situación es disfuncional para el sistema económico, porque lo que necesitamos es un sistema financiero que canalice el ahorro en inversión”.
Y agregó que “(…) es importante que los depósitos que llegan a los bancos se canalicen a la inversión (…) Hoy, en la Argentina, la deuda del Tesoro en pesos es un activo seguro. No hay ninguna posibilidad de que haya un evento disruptivo en la moneda que nuestro país emite como debería ser en cualquier país del mundo. Esto es política de gobierno y debería ser política de Estado”.
Propuestas en la mesa
El economista Horacio Rovelli acercó su visión acerca de las emisiones de Leliq y reconoció algunas propuestas para la recuperación de la actividad económica, además de un análisis de coyuntura económica.
“Hay un equivalente a 40 mil millones de dólares que no se utilizan por miedo a la inflación. Habría que aumentar el ingreso que perciben los trabajadores de Potenciar Trabajo. Actualmente son 1 millón y cobran la mitad de un Salario Mínimo (SMVM). Pagales 55 mil pesos más, los llevas a 70 mil pesos por mes. Si superan la línea de la pobreza, están en condiciones de construir sus casas. Pueden construir en cinco meses 65.000 casas o en un año 260.000 viviendas y vos tenes un déficit habitacional terrible que ahí empezaste a solucionarlo.”
Consultado acerca de las medidas que buscan contrarrestar la inflación y correlato práctico, indicó que “a la brutal inflación que hizo el BCRA de Macri, el Central siguió devaluando. Por eso se pegaron los precios. Fernández asumió con un dólar a $63 y hoy está a $103”. Además “acá se ha permitido internacionalizar el precio de los alimentos”. “El Gobierno no aumentó los derechos de exportación y esto hace que no haya desenganche entre precios internos y externos”.
Los dueños de los bancos
Detrás de los principales bancos privados del país se encuentran los fondos de inversión presentes en la última negociación de la deuda privada firmada por el ministro Martín Guzmán.
El caso de BlackRock que tiene posiciones en Banco Galicia, Santander, Macro y BBVA. Inclusive, ha incrementado su posición accionaria en Argentina detrás de estas entidades. Así pareciera que las desventuras de los ciclos económicos corren como un relato para algunos que mientras la crisis sopesa en el pueblo trabajador, las ganancias por intereses, deuda e inflación constituyen una política permanente de ingresos para los capitales monopólicos.