En el marco de la última gira presidencial, el presidente Alberto Fernández se reunió en China con su homólogo Xi Jinping y suscribió el ingreso del país a la Ruta de la Seda.
Según promocionaron los gobiernos, esta iniciativa tiene por objeto estimular el flujo del comercio y las inversiones extranjeras directas del país asiatico al mundo (la iniciativa ya cuenta con la adhesión de 145 países).
Ver: Una ruta con destino a China
La misma cuenta con dos componentes principales: la “Franja Económica de la Ruta de la Seda” y la “Ruta Marítima de la Seda”. A través de ello, Cancillería explicó que se obtuvieron más de 23 mil millones de dólares de financiamiento externo.
Uno de los tramos ya fue aprobado y consta de unos 14 mil millones de dólares que fueron acordados en la V Reunión del Diálogo Estratégico para la Cooperación y Coordinación Económica (DECCE); y otro por 9.700 millones de dólares los cuales serán abordados a partir de la iniciativa de la Franja.
Además, se valoró la renovación del acuerdo Swap (préstamos entre los bancos centrales), y China ratificó sus proyectos de canalización de recursos a través del uso de los DEG provenientes del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Junto al memorándum de entendimiento fueron suscritos trece documentos de cooperación relacionados a desarrollo verde, economía digital, el área espacial, tecnología e innovación, educación y cooperación universitaria, agricultura, ciencias de la tierra, medios públicos de comunicación y energía nuclear.
La firma de los acuerdos fue desarrollada luego de que el presidente se reuniera con Xi Jinping. Al finalizar el encuentro entre los mandatarios, se firmó una “Declaración Conjunta entre la República Argentina y la República Popular China sobre la Profundización de la Asociación Estratégica Integral Argentina-China”.
Entre los puntos se destaca la adhesión a sus respectivos intereses soberanos, por las Islas Malvinas y por Taiwán; la firma del “Plan de Acción Estratégico en materia de Cooperación Agrícola 2022-2027″ para fortalecer el incremento y la diversificación del comercio en el sector agrobio-industrial; fortalecer la cooperación dentro del marco del “Plan de Acción para la Cooperación Espacial, entre otras.
En declaraciones a Radio 10, el presidente sostuvo que viajar a China no implica tener malas relaciones con EE.UU. “Porque viajar allí implica una mala relación con Estados Unidos. Fuimos a promover nuestros vínculos comerciales y financieros”.
“El mundo no es bipolar. Rusia y China tienen capitales privados que ganaron mercados en el mundo. El principal socio comercial de Estados Unidos es China. No es ni ideológicamente ni posicionarse en una vereda de este mundo. No voy a imponer un régimen maoísta”, amplió.
Respecto al ingreso a la ruta de la seda, informó que “no nos pone condicionamientos políticos” y que tiene la funcionalidad de “favorecer el intercambio comercial” ya que “tenemos un déficit comercial”.
Se subrayó el apoyo de China a los esfuerzos para preservar la estabilidad económica y financiera de la Argentina, valorando la renovación del Acuerdo de SWAP de 2020. La parte china manifestó estar dispuesta a estudiar proyectos de canalización de derechos especiales de giro (DEG) del Fondo Monetario Internacional y de expansión del uso de los mismos con el objeto de fortalecer el desarrollo económico, la estabilidad financiera y el comercio bilateral.
De la misma manera, se reafirmó el compromiso de ambos países con el multilateralismo, la implementación de la Agenda 2030 y se coincidió en la relevancia del G20 como foro destacado para la cooperación económica internacional asistiendo en una recuperación económica sostenible y equilibrada ante la crisis del COVID-19.