Este 1 de marzo, con motivo del aniversario del Día del Ferroviario, jubilados y trabajadores compartieron un acto en el Centro de Jubilados y Pensionados Fraternales.
La celebración de esta fecha se da en nuestro país a partir del aniversario de la nacionalización de la actividad ferroviaria, con la creación de la empresa estatal Ferrocarriles Argentinos, el 1 de marzo de 1948 durante la presidencia de Juan Domingo Peron.
El día martes, en Villa Maria, se hicieron presentes algunos dirigentes sindicales, como Luis Racciatti, de La Fraternidad, Eduardo Bellocio, del Centro de Empleados de Comercio; y Edgardo Garmendia, secretario general de la CGT. El acto contó tambien con la presencia de integrantes de Unión Ferroviaria.
A continuación compartimos el comunicado de prensa que se difundió con la celebración del acto:
En un día como hoy, 1° de Marzo de 1948, en la Estación Retiro, la figura gigante de un gaucho con una locomotora en sus brazos y la leyenda “Ahora son Argentinos”, anunciaba la nacionalización de los Ferrocarriles, en el período de Postguerra, ante la pérdida de la hegemonía mundial del Imperialismo Británico.
Pero los ferrocarriles que en manos Británicas, habían sido símbolo del progreso y de nuestra integración comercial con el mundo, ahora en manos del estado, pasaba a ser el hecho más terrible y desgraciado, de los que añoraban, el colonialismo y la dependencia del modelo Agro-exportador, que colapsó 1929. La sustitución de importaciones, trajo como consecuencia la Industrialización del país, contexto en el cuál aparecía un nuevo actor político, el 17 de Octubre de 1945, los trabajadores y el Peronismo.
Después del Golpe de 1955, que derrocó a Perón: soberanía, ferrocarriles y trabajadores fueron la misma cosa que había que destruir, bajo la estrategia de que eran deficitarios comparándolos con el transporte automotor que no tenía “déficit”, porque no pagaba los gastos por mantenimiento de rutas, que el ferrocarril si pagaba.
Con el Plan Larkin, tras el objetivo de reducir el “déficit”, comenzó el cierre de ramales y talleres, al que los Gremios Ferroviarios se opusieron en la huelga del 61, fundamentando que si se cerraban los ramales el “déficit” aumentaría, como finalmente ocurrió, haciendo desaparecer a pueblos enteros, con la que destruyeron las economías locales y regionales. Con la idea de hacer un cálculo microeconómico de la Empresa, no se tuvo en cuenta el costo del flete sustituto del ferrocarril, que en corta distancia es similar al automotor, pero en distancias mayores a los 300 kms, el ferrocarril, no tiene competencia, es el transporte terrestre más barato. Lo que ocurrió en los 90 más recientemente, es historia conocida “ramal que para, ramal que cierra” durante el Gobierno de Menem, dejaron sin Ferrocarril a todas las Provincias.
Por esta razón, desaparecido el ferrocarril no hubo más déficit, pero en cambio el costo del flete que en los países con ferrocarril no supera el 7% del producto transportado, en Argentina hay que multiplicarlo, por 3 o 4 según origen y destino, o sea un 28% más caro, restando competitividad a la producción exportable y encareciendo los de consumo interno, con lo cual el país multiplicó varias veces más, el déficit que provocó su cierre.
Tanto sea por la crisis energética y ambiental, como por el endeudamiento y pobreza que heredamos del Gobierno de Macri, más COVID, hoy necesitamos, un ferrocarril que no tenemos y que el Gobierno Nacional se ha propuesto reactivar con ley 27.132 de Acceso Abierto para que todos los cargadores pequeños y medianos, con un flete más barato, aumenten la Producción, el comercio y el trabajo que dan vida a las distintas regiones.
La destrucción de los ferrocarriles, no solo afectó a los trabajadores ferroviarios que fueron despedidos, sino también nuestra integración territorial, creando regiones geográficas aisladas y sin posibilidades de desarrollo, productivo y comercial que daban trabajo y vida a esos lugares y aún hoy afecta la vida cotidiana de cada argentino porque dejan fuera de competencia a la Pymes exportadoras y pagamos más caros los productos de consumo interno.
Los trabajadores Ferroviarios no queremos competir con el transporte automotor, por lo contrario, cuando comparamos el costo de los fletes de cada medio de transporte, es porque queremos integrar a los distintos medios de transporte en un plan nacional de transporte, para poder bajar el costo de los fletes, en una crisis energética y ambiental donde los combustibles derivados del petróleo, son cada vez más caros y más escasos, por esto decimos el camión, en corta y media distancia, el tren en larga distancias y el transporte, en barco por vía fluvial o marítima.
Para dejar atrás, los problemas que nos dejaron los Unitarios de ayer y los Neoliberales de hoy, para construir un gran país, en vez de una gran ciudad.