El martes 19 de abril, el Senado de México aprobó la iniciativa presentada por el presidente Andrés Manuel López Obrador para avanzar con la nacionalización de la explotación de litio en el país del norte. De esta forma se completó el proceso legislativo para establecer la explotación del mismo por parte del Estado de forma exclusiva.
87 votos a favor, frente a los 20 en contra y 16 abstenciones, fueron los necesarios para avanzar con la reforma de la ley minera que había sido aprobada por la Cámara de Diputados el pasado 18 abril.
Con la nueva ley el litio pasó a ser considerado “patrimonio de la nación”, excluyendo la participación privada tanto nacional como extranjera en la explotación de este mineral, clave para el desarrollo de las nuevas tecnologías y uno de los grandes recursos naturales de interés en el escenario internacional.
Cabe mencionar que los gobiernos anteriores han otorgado, por lo menos, ocho contratos a privados (en fase exploratoria). Estos contratos deberán ser revisados en el marco de la nueva ley que prohíbe la participación privada en el mercado del litio. El proyecto de reforma se da en medio del debate por la reforma constitucional, la cual permitiría aumentar el control estatal sobre el mercado energético. La propuesta fue derrotada en el Congreso.
México es el décimo país del mundo con mayores reservas de litio, en gran medida producto del yacimiento de Sonora, el más grande del mundo. En la actualidad, este último se encuentra bajo control de empresas anglocanadienses y chinas.