Se realizó una marcha en defensa del Río Paraná y el Canal Magdalena en tres provincias del país. Por otro lado, trabajadores portuarios realizaron un paro por el mismo motivo.
El miércoles pasado se llevó a cabo la “Marcha nacional en defensa del Río Paraná y el Canal Magdalena” organizada por una Multisectorial de organizaciones gremiales, políticas y sociales. La movilización se replicó en Capital Federal, Corrientes y Rosario “en defensa de la Soberanía Marítima, Fluvial y la Industria Naval y del trabajo argentino”.
Ricardo Peidró, secretario general de la CTA-A y parte de la multisectorial, planteó a Télam que “por esa red troncal fluvial las multinacionales han diezmado a nuestro país, significa que son ellos los que ejercen absoluto control sobre nuestras exportaciones y nuestra soberanía. Por el Río Paraná y el Río de la Plata se va el trabajo, las divisas, y los recursos de los argentinos sin ningún tipo de control de nuestras exportaciones”.
De la multisectorial participaron sindicatos, organizaciones sociales y referentes políticos e intelectuales.
En Buenos Aires, el Consejo Directivo Nacional de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) presentó una solicitada al ministro de Defensa, Jorge Taiana, en la que reclaman una “audiencia con carácter de urgencia”. Además, plantearon la importancia de que el Ministerio de Defensa “efectúe contrataciones con Astillero Río Santiago” y la necesidad de “concretar el Convenio Colectivo de Trabajo (CCT) en Fabricaciones Militares S.E.”.
Por otro lado, el viernes siguiente la Federación Marítima, Portuaria y de la Industria Naval (FeMPINRA) realizó un paro por 24 horas en las terminales portuarias y la Vía de Navegación Troncal. Según un comunicado de la FeMPINRA el motivo alude a “las demoras y procedimientos burocráticos que hay alrededor de las licitaciones del puerto metropolitano y el sistema de la navegación troncal”. Además reiteraron la “necesidad de crear una flota para la Marina Mercante, promover la industria naval y ejecutar la construcción del Canal de Magdalena”.
Ese mismo día, el Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria obligando a revertir la medida de fuerza durante la tarde.