“La crisis se ha agravado, las cargas permanecen, los derechos se reducen. Vamos a la huelga y exigimos que el gobierno tome medidas aquí y ahora”, dijo la central de trabajadores griega.
El miércoles 6 de abril se llevó a cabo una huelga general en Grecia convocada por la Confederación General de Trabajadores Griegos (GSEE) del sector privado y la Confederación de Funcionarios del sector público (ADEDY), las dos principales centrales que representan en conjunto a 2,5 millones de trabajadores.
La medida de fuerza paralizó el transporte público, las escuelas y los servicios estatales. El personal sanitario sólo atendió casos de urgencia en los hospitales públicos. El Servicio de Aviación Civil, organismo estatal griego para la gestión del transporte aéreo, consiguió impedir el paro de los controladores aéreos, los ingenieros eléctricos y el personal de telecomunicaciones a través de una orden judicial que hacía ilegal su participación.
En un país atravesado por crisis sucesivas producto del endeudamiento con la Troika (FMI, BM y BCE), la inflación pasó del 6,2% en enero al 8,8% en marzo, el más alto de los últimos 28 años. En este contexto, la situación de protestas y reclamos por parte del movimiento sindical y los partidos de izquierda se viene prolongando desde hace años, con convocatorias a medidas de fuerza exigiendo mejores condiciones de vida y salidas políticas favorables a la población.
La GSEE, en un comunicado, dijo que “durante los últimos 14 años, los trabajadores han asumido la carga de una profunda crisis que afectó a los ingresos y las vidas de todo el mundo”.
En Atenas se realizaron tres concentraciones diferentes convocadas por distintas federaciones y partidos políticos de izquierda. Además, la Associated Press informó de que “9.000 manifestantes celebraron marchas en la segunda ciudad más grande de Grecia, Tesalónica, en el norte”.
PAME, un frente sindical conformado por 230 sindicatos de base, en su convocatoria aludió “contra el aumento del coste de la vida”, “por la negociación colectiva y el aumento de los salarios” y rechazó “la participación de Grecia en la guerra”.