Con la asunción de Massa los sectores industriales nacionales con asiento en las principales cadenas del agro, la industria y la minería retomaron la iniciativa en el gobierno. Se fortalece la política del FMI en el país.
Luego del golpe devaluatorio que fulminó los salarios de los trabajadores (ver nota Tribuna), el sector industrial nacional, ligado estrechamente a organismos con asiento en los EE.UU., retomó su iniciativa con un golpe de mano en el gobierno, dando por resultado el nombramiento de Sergio Massa y todo su nuevo esquema de funcionarios.
La voluntad de estos grupos económicos impulsó las pautas de la política gubernamental y la distribución de los recursos a su favor. Un gran abanico sindical defendió esa alianza en búsqueda de mejoras para los trabajadores.
Las tensiones entre los grupos financieros se resolvió parcialmente con el golpe devaluatorio y el giro de la política económica. La puja sobre las tasas de interés, el nivel de reservas y la inflación convirtió a la realidad nacional en una bomba de tiempo donde los distintos grupos de poder presionan para extraer la mayor tajada posible.
Al respecto, Kristalina Georgieva, directora del FMI, sostuvo recientemente en un comunicado luego de la gira de Massa a EEUU que felicita “los fuertes pasos que Sergio Massa y su equipo económico han tomado para estabilizar los mercados y revertir un escenario de alta volatilidad”. Además, recibió “con beneplácito su fuerte compromiso e impulso para lograr las metas del programa, que se mantendrán sin ser alteradas, y los concluyentes avances logrados en áreas fundamentales”.
El realineamiento con los sectores con asentamiento en EE.UU., plantean desde el Gobierno la necesidad de reducir el déficit fiscal mediante el ajuste a las partidas en salud, educación, obras públicas y jerarquizar la deuda contraída con organismos de crédito como el BID, Banco Mundial y FMI.
Los primeros anuncios
En su primera conferencia de prensa el “superministro” afirmó que cumplirá con la meta de déficit fiscal de 2,5% del PBI para 2022 establecida en el acuerdo con el FMI y, luego de su primer conversación con el organismo, aclaró que “se harán todas las correcciones que sean necesarias” para concretar lo pactado.
Su plan para aumentar las reservas estableció que el Tesoro reintegre $10.000 millones al Banco Central (BCRA). Además, creó distintas herramientas para adelantar las exportaciones en las cadenas de valor de la pesca, del agro, de la minería y otros.
En esa línea, ofreció la recompra de deuda soberana por parte de los fondos de inversión y nuevos endeudamientos con organismos internacionales. Según un comunicado del ministerio “el 83% de los vencimientos proyectados para el mes de octubre fueron colocados en el instrumento dual con vencimiento en septiembre de 2023” pateando “la adjudicación de $651.862 millones post-PASO 2023”. “Mientras estemos nosotros no va a haber ningún reperfilamiento” comentó Massa.
También anunció que mantendrá el congelamiento de la planta estatal y que cada jurisdicción será responsable por sus plantillas en empresas públicas. Además, con la decisión administrativa 826, junto al jefe de Gabinete, Juan Manzur, ajustaron por un total de $210.000 millones el presupuesto destinado a los ministerios de Educación, Salud y Desarrollo Territorial y Hábitat, además de $50.000 millones en obras públicas.
Marco de alianzas y políticas de gobierno
El esquema de políticas para la distribución de los recursos operó bajo las presiones de estos grupos que tomaron el mando a su favor. Con ellas, trasladaron la devaluación alos salarios al sostener los márgenes de ganancia de los sectores empresariales nacionales debilitados en los últimos años por el crédito y la devaluación de la moneda nacional.
Los principales apoyos al cambio de gabinete provinieron en su mayoría de parte de los sectores concentrados de la economía. Antonio Aracre, director general de Syngenta, una de las mayores firmas de agroquímicos propiedad de ChemChina (empresa estatal del país asiático) y una de las 52 empresas que operaron con el Dólar Soja, dijo que “la decisión suma robustez política y coordinación de los instrumentos económicos”.
Durante esos días, el ministro recibió al embajador de China, Zhou Xiaoli, donde coincidieron en la articulación de estrategias que promuevan el desarrollo económico. Además, destacaron la importancia de instrumentos bilaterales vigentes como el Acuerdo Marco de Cooperación Económica e Inversión, el Acuerdo Complementario de Cooperación en Infraestructura, el Plan de Acción Conjunta 2019-23 y la Iniciativa de la Franja y la Ruta.
Por otro lado, Marcelo Mindlin, presidente de Pampa Energía apoyó la designación y aclaró que “desde el sector privado tenemos que seguir invirtiendo, acompañando medidas que el país necesita”.
En cuanto a las agremiaciones rurales, el presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Nicolás Pino, exigió que agricultura siga conservando su rango ministerial y comentó que, con la nueva conducción económica, “el gobierno ha tomado decisiones que nos incluyen como sector productivo”.
Bajo ese pedido no solo mantuvo el rango ministerial, sino que también conservó el de secretaría con el nombramiento de Juan José Bahilo, “amigo personal” de Jorge Chemes, presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), otra de las entidades de la Mesa de Enlace. El propio Massa había anunciado que antes de asumir hubo contacto con la Mesa de Enlace para encarar un “trabajo conjunto”.
Sin embargo, la medida más reciente para el sector con el dólar soja a $200 generó matices y diferencias.
La Mesa de Enlace, junto a otras agremiaciones de productores nacionales, salieron al cruce denunciando la insuficiencia de la medida y el beneficio sólo para los grandes jugadores del sector. Por su lado, CIARA-CEC que agrupa a las principales empresas del complejo industrial oleaginoso junto a la Bolsa de Comercio de Buenos Aires y Rosario aplaudieron la medida.
En cuanto al sector energético, el ministro, junto con otros funcionarios nacionales, participaron de la exposición “Argentina Oil & Gas (AOG) Patagonia” en Neuquén, donde firmaron un acuerdo con el consorcio compuesto por las empresas Total, Pan American Energy y Wintershall. El mismo busca aumentar las inversiones en el sector y duplicar la capacidad del oleoducto Vaca Muerta-Bahía Blanca, por una inversión de más de 1.400 millones de dólares con el desarrollo del Proyecto Fénix.
En dicho encuentro Massa anunció la unificación de líneas de crédito para el sector y comentó la decisión de la secretaría de Producción de armar un cupo especial de 30 mil millones de pesos en créditos para intensificar la inversión. “Cada proyecto va a tener un régimen de beneficios impositivos y aduaneros”, dijo.
Otro acuerdo importante del sector fue el promovido con la empresa YPF con Petronas Argentina, que anunció más inversiones en el país y el desarrollo de producción en Vaca Muerta.
En la reunión con ejecutivos en EE.UU. a principios de mes, Sergio Massa explicó su política con estos sectores definiendo que se dirigirá a “establecer incentivos” mediante “proyectos de inversión y la disponibilidad de las divisas”, cuestión que se enfrenta con “restricciones del propio Estado”. Y no será sólo dirigido al sector energético, sino que el accionar será similar con las empresas de la minería, automotrices, de la construcción y pesqueras.
Muestra de ello fue el Régimen de Blanqueo para la Construcción, una medida de alivio fiscal “para impulsar el crecimiento y la financiación de una de las industrias más pujantes del país”, dijo Massa en el anuncio.
Para el caso del sector automotriz replicaron el modus operandi en un acto llevado a cabo en la planta de Toyota, ubicada en la ciudad de Zárate dónde se presentó un acuerdo con los gremios y el empresariado de terminales/autopartistas llevando los derechos de exportación a 0%por el incremento de las ventas al exterior. Esta medida apunta a cumplir con un saldo comercial favorable del sector por 400 millones de dólares hasta fin de año.
Vinculaciones internacionales
Los apoyos al cambio de gabinete y la política económica también sonaron en el exterior. El Bank of América, al día siguiente del cambio de gabinete, comentó en un informe que “Massa tiene más influencia política y un apoyo explícito de la coalición gobernante, así como un mandato de tomar medidas dada la necesidad de resolver una crisis cambiaria más profunda”.
Por otro lado, Mauricio Claver-Carone, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en declaraciones ante medios de comunicación recibió “gratamente la oportunidad de trabajar con el Ministro de Economía de Argentina, Sergio Massa”, y espera “colaborar estrechamente con él en su función”.
Posteriormente, en su gira por EE.UU., anunció un nuevo endeudamiento con dicho organismo por 3.000 millones de dólares. “Ahora podemos hablar claramente” para “traer credibilidad a los mercados”, dijo el presidente del BID luego de la reunión mantenida con el equipo económico de Argentina.
Ver: Más deuda y garantías de negocios para empresas privadas. Sergio Massa mantuvo reuniones con el BID, Banco Mundial y empresas energéticas. Asumió nuevas deudas por un total de 6.000 millones de dólares.
En la gira también se realizaron reuniones y firmaron acuerdos con la Cámara de Comercio, donde participaron ejecutivos de compañías con inversiones en el país como Google, Exxon, Citibank, Amazon Web Services, Cargill, Bayer, Dow, Chevron, General Motors, entre otras.
También mantuvo reuniones con el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, con la secretaría del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, y con el embajador norteamericano Marc Stanley, quien luego del encuentro subrayó su intención de “fortalecer la relación bilateral entre nuestros dos grandes países”.
Disidencias
El Banco JP Morgan presentó este jueves un informe para sus clientes en el que señala que las medidas anunciadas por Sergio Massa, Ministro de Economía de la Nación, son insuficientes para ‘estabilizar’ la economía argentina. “Si bien en la previa las expectativas del mercado respecto a las decisiones que tomaría Massa al frente del Palacio de Hacienda eran altas para el mercado, el paquete de medidas presentados se queda corto para conseguir un plan de estabilización macro.
Por su lado, Goldman Sachs emitió este jueves un reporte en el que critica las medidas anunciadas por Sergio Massa, Ministro de Economía de la Nación. “Las medidas anunciadas son decepcionantes y no constituyen un plan global y coherente para reequilibrar la economía. Se necesita un esfuerzo significativo en el segundo semestre de 2022 para alcanzar los objetivos descriptos en el programa del FMI.