Luego del acuerdo salarial logrado por los trabajadores aceiteros conversamos con Diego Dominguez, secretario general del sindicato en la ciudad de Tancacha. “Nunca nos regalaron nada, a este salario lo conquistamos por las luchas”, comentó el dirigente.
La Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina (FTCIODyARA) el martes 20 de diciembre acordó paritarias para los primeros seis meses del 2023 llegando al 98% interanual con un básico que se ubicará en enero del 2023 en los $319.185, además de un bono de $210.000 a cobrar entre enero y febrero.
Ese monto representa un aumento del 40% para el año entrante. La Federación además arregló una cláusula gatillo para el mes de julio ante “la compleja situación económica que atraviesa el país”, comentó Diego Dominguez, secretario general de Aceiteros de Tancacha. En ese marco conversamos sobre el acuerdo, la situación social del país y las tareas de la militancia.
¿En qué consta el arreglo de las últimas paritarias llevado a cabo por la Federación Aceitera?
Nuestro año paritario va del 1 de enero al 31 de diciembre, pero ya veníamos desde hace unos meses discutiendo la cuestión salarial ya que tuvimos una revisión a fines de septiembre que se acordó a principios de octubre.
Los Asociados de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA), patronal empresarial con la que negocia el salario el sindicato de Aceiteros, son las principales empresas agroexportadoras del país, entre las que se encuentran AGD, Bunge, Cargill, ADM, Glenccore, MSU, entre otros.
Ver listado completo: acá.
Ese acuerdo ubicaba a la categoría peón (el trabajador que ingresa a la industria aceitera), un cobro mensual de $221.000. Con ello nos referimos a un trabajador sin antigüedad, como sueldo básico.
Luego, el 20 de diciembre acordamos con la cámara aceitera CIARA para todos los trabajadores del país, incluidos los de Federación Aceitera y los trabajadores del puerto de San Lorenzo del sindicato SOEA, un salario mínimo de $319.000 a partir del 1 de enero hasta marzo con una cláusula de revisión en junio por la compleja situación económica del país.
Siempre decimos que es muy importante alcanzar el salario que garantice las nuevas necesidades que marca la constitución en el art. 14 bis y la Ley de Contrato de Trabajo con el artículo 116. Ahí dice que el Salario Mínimo debe cubrir alimentación adecuada, vivienda digna, salud, previsión, transporte, esparcimiento, vestimenta, educación, vacaciones, entre otras, que son las nuevas necesidades que debería poder cubrir cualquier trabajador sin carga de familia trabajando el horario legal de 8 horas en todo el país, y no solamente los aceiteros, sino toda la clase trabajadora.
También acordamos un bono de 206.000 a cobrar en dos cuotas, considerado un super bono al lado de los definidos por el Consejo del Salario o el Gobierno. Ya sabemos sobre cómo funcionan esos acuerdos.
¿Cómo actuaron las cámaras empresariales, teniendo en cuenta que es uno de los sectores más concentrados y poderosos del país?
Ellos siempre van a tener una posición de negación a que los trabajadores alcancemos este salario, pero tampoco tienen muchas herramientas para argumentar a su favor teniendo en cuenta sus ganancias extraordinarias. A ello se le suman los favores que les viene haciendo el gobierno como por ejemplo el Dólar Soja, con el cual han hecho fortunas en los últimos meses.
Entonces cuando nosotros vamos a plantear un salario mínimo, encima apoyado por un equipo económico que trabaja para la Federación Aceitera, se les acaba los argumentos. Este equipo se encarga de elaborar informes mensuales sobre cómo debería ser el salario de ese mes..
Acá en argentina la clase trabajadora no sabe cuánto debe ganar, muchos trabajadores se conforman con lo que les da el patrón, otros se basan en la inflación, otros en la canasta básica que te dicen los medios de comunicación. Nosotros con este estudio con el que trabajamos elaboramos un informe mensual sobre el salario mínimo vital y móvil, todos recabados de datos oficiales.
A partir de este mes un trabajador en argentina para vivir dignamente debería ganar lo que acordamos. Luego las patronales sacan porcentajes, pero nosotros siempre vamos por número, no por cuestiones porcentuales.
Es cierto que la inflación va a terminar por debajo de algunos de los acuerdos salariales más importantes, pero la realidad es que las necesidades básicas para la gran mayoría de la población trabajadora no pueden ser cubiertas aún teniendo trabajo. ¿Cómo ves esta situación? ¿Qué significado tiene para el conjunto de la clase trabajadora el acuerdo de aceiteros?
Siempre hemos intentado como organización pelear por mejores condiciones para todos los trabajadores. Debemos tener en cuenta que a nivel nacional se trabaja con el Frente Sindical para el Modelo Nacional (FRESIMONA) donde se encuentran camioneros, bancarios, SMATA, y otros gremios muy importantes. Nosotros estamos afiliados a la CGT aunque hoy no compartimos su política gremial, por eso construimos con el Frente donde se han hecho cosas mejores.
Siempre comentamos nuestra táctica de negociación, hacemos públicos nuestros acuerdos, tratamos de lograr buenos aumentos, con el anhelo de que se van a ir contagiando otras organizaciones, otros grupos de trabajadores y otros sindicatos,
También sabemos que no es una tarea sencilla, más cuando hay burocracias, dirigentes con otras visiones, por ejemplo quienes están muy alineados con los poderes de turno, políticos y demás. En ese sentido nosotros tenemos nuestra propia política gremial que no estamos alineados a los partidos políticos y nos permite trabajar en esta dirección.
En ese marco, ¿Cuál es la tarea de la militancia popular?
Sin dudas que la militancia es muy importante, debemos apelar a compañeros dirigentes que se capaciten permanentemente, que se formen y se organicen con los compañeros. Desde la Federación siempre hemos fomentado congresos y plenarios nacionales donde llevamos a dirigentes de otras organizaciones, técnicos, profesionales y asesores legales, para que nos ayuden a entender la situación y contar con más herramientas para hacer una lectura del contexto donde vivimos.
A los aceiteros nunca nadie nos regaló nada, a este salario lo venimos conquistando año a año por las luchas que llevamos adelante, por las asambleas que realizamos dentro de la industria, y por siempre estar en alerta para movilizar y determinar las huelgas.
Éstas forman parte de un instrumento que nos ha garantizado a los trabajadores una herramienta fundamental para conseguir los salarios que tenemos hoy. En el 2015 hicimos 25 días de paro consecutivos, y en el 2020 hicimos 22 días de paro. En los dos casos gobernaba el peronismo. Muchos nos tildan de que estamos alineados políticamente con el peronismo o el kirchnerismo pero, sin embargo, las dos huelgas más importantes de nuestra organización las hicimos en esos gobiernos.
Eso es un poco el “secreto” que tenemos como organización gremial: las asambleas, la deliberación, el debate de los trabajadores dentro de las fábricas, y luego llevar a la acción en la lucha lo que decidimos como grupo lo que votamos por mayoría
Respecto a las estructuras gremiales nacionales, en particular la CGT ¿Qué rol deberían cumplir?
Es vergonzoso que representantes de los trabajadores negocien en una mesa con la UIA y el Gobierno. Si tuviéramos una CGT fuerte se determinarían los límites mínimos reales del salario y se llevaría a cabo una huelga nacional porque no puede ser que tengamos trabajadores pobres trabajando, es una situación inadmisible.
En otras épocas los trabajadores eran pobres porque estaban desocupados, ahora incluso quienes tienen trabajo son pobres. Además de tener números de desocupación muy altos.
Mientras tanto el sector empresario está cada vez más rico y los trabajadores están hambreados. En Córdoba la pobreza y la desocupación están en números históricos, no estamos en el paraíso.