“El sistema capitalista está en crisis a nivel mundial, hay una reorganización política donde tenemos que ver cómo se están disputando los imperios entre ellos”, comentó a este medio Mariana Mandakovic, secretaria general del gremio de prensa provincial.
Desde Tribuna conversamos con Mariana Mandakovic, secretaria general del Círculo Sindical de la Prensa y la Comunicación (CISPREN), quien participó junto a otros referentes latinoamericanos de la CELAC Social el día previo al foro de los mandatarios regionales.
¿En qué marco se da el encuentro y cuáles fueron las principales definiciones?
Junto a compañeros de otras centrales de América Latina y el Caribe decidimos darle continuidad a esta expresión de la CELAC social, que no solo quede en un acto político, que se logró con muy buenos resultados, sino que además se profundicen estos debates y discusiones sobre qué pasa hoy en la región.
Sobre todo reivindicar nuestra posición acerca de la situación. Realizamos un documento que vamos a enviar a los mandatarios de la cumbre que va a comenzar hoy (por ayer) y que fue ampliado y modificado con propuestas durante la jornada de la CELAC social.
Condenamos la represión y los golpes de Estado en los distintos países y en sus diferentes formas. Sacamos una posición en defensa del pueblo peruano y sus expresiones, condenamos la presencia del presidente de Haití que no fue elegido por el pueblo, y mencionamos que hay distintas situaciones de mucha conflictividad que tenemos que denunciar y salir a plantear posiciones.
También la defensa de la democracia que no sea una democracia representativa donde se siga haciendo lo que el imperio quiere, sino una defensa a culminar con el colonialismo que sigue vivo y se encuentra en la región. Y hablar sobre todo de la necesidad de pensar en una América Latina y el Caribe con autonomía de los pueblos con autodeterminación.
Si la CELAC no avanza en eso estas estructuras institucionales terminan siendo una conversación entre mandatarios que después en la práctica se ejecutan políticas neoliberales más allá de la necesidad que se tiene como pueblo. Para ello necesitamos un movimiento organizado que le dé continuidad a esta CELAC Social. El objetivo de generar un hecho político de posicionarnos desde ahí ha sido muy positivo. Ahora hay que ver como seguimos organizándonos en la región para llevar eso adelante.
A pesar de que la situación social es crítica, distintos movimientos se encuentran a la expectativa de qué pueda llegar a suceder con la emergencia de presidencias progresistas en la región ¿Cuál es tu apreciación al respecto?
Las disputas son permanentes y cotidianas, desde ahí nos tenemos que parar. Ayer en la reunión se discutió mucho esto de que llegamos con gobiernos con perfil progresista pero que en realidad nos gobiernan las oligarquías. Se mira con muy buenos ojos que han generado una ola de optimismo, pero sabemos bien que eso no va a cambiar la realidad de un día para otro. La disputa sigue siendo cotidiana porque el enemigo no nos va a entregar nada, nos va a seguir disputando.
En cierta forma es lo que nos pasa en Argentina. Tenemos un gobierno que se supone que es de signo nacional y popular pero sin embargo las decisiones responden más a los intereses de la embajada norteamericana que a los nuestros. Si vamos a Chile encontramos lo mismo. Tenemos muchas expectativas con Petro pero también hay realidades y contextos que tenemos que evaluar.
Lo importante es que si no tenemos un pueblo organizado, que pueda mirar esto como protagonista y no como espectador, no vamos a poder conseguir esas transformaciones profundas que necesitamos y vamos a seguir con las oligarquías y el poder concentrado gobernandonos. Eso es lo que estamos debatiendo.
Si ponemos sólo las expectativas lo que puede hacer un líder sin estar acompañada de una fuerte movida popular que busque disputar el poder y construir el poder popular en la calle, y pensándose dentro de una estrategia regional no vamos a poder superar esta situación.
En ese contexto ¿Qué rol ocupan los sindicatos?
La respuesta de organizar este evento de la CELAC social demuestra que hay un movimiento sindical, de trabajadores organizados que se pudo articular con las dos centrales y es un hecho a destacar.
Por estas situaciones es donde se comienza a armar lo que llamamos la unidad, que es necesaria y apuntar a superar las diferencias que podamos tener desde nuestras distintas identidades.
La semana pasada se realizó el Foro Económico Mundial (FEM) donde se reúnen directivos de grandes fondos de inversión, organismos de crédito, etc. Allí se plantean algunos puntos en coincidencia con el documento de la CELAC en torno a la situación de crisis, la salida democrática, entre otros. ¿Cuál es la diferencia sustancial entre esa lectura y la que realizó la CELAC social sobre la situación?
El diagnóstico es el mismo porque el sistema capitalista está en crisis a nivel mundial, hay una reorganización política mundial donde también tenemos que ver cómo se están disputando los imperios entre ellos. No es que pretendamos cambiar de un imperio a otro, lo que destacamos es que necesitamos la autonomía de nuestros pueblos con todo lo que significa.
Lo distinto respecto al FEM es en el resultado, se puede plantear el agotamiento de la tierra, el cambio climático, etc. El tema es que es lo que van a proponer y cuál va a ser nuestra propuesta, que son muy distintas a pesar de que el diagnóstico común tenga puntos en coincidencia.
Vamos a tener un mundo de dos imperios o forjar otra reorganización, donde entramos los trabajadores para impulsar lo que queremos nosotros. Sino se va a reorganizar todo en función de cómo se distribuye el poder entre los poderosos sin modificar en absoluto la situación de millones de personas que sufren por la reorganización de los poderes hegemónicos.
Nosotros tampoco tenemos una receta acabada, la tenemos que construir entre todos pensando en cómo respetar a los pueblos y sus diferencias, construyendo un poder diferente. En el caso nuestro planteado como región, a pesar de las diferencias en las realidades, las soluciones propuestas son muy diferentes a las del foro de Davos.
¿Cómo continúa la agenda de la CELAC?
Ahora estamos yendo a la marcha que va a ser el punto más fuerte de la propuesta de la CELAC Social, donde al finalizar los representantes van a acercar a los mandatarios el documento con aportes que se hicieron ayer, con las propuestas de los distintos países. La próxima reunión se va a realizar en Brasil donde los compañeros de la CUT (la Central de Brasil) invitaron a que podamos realizarla allí.
También hay otras cuestiones que se están haciendo en paralelo: tuvimos reunión de RUNASUR, también está el Foro Mundial sobre DD.HH. que se va a desarrollar en marzo en Argentina donde estas cuestiones se van a seguir discutiendo. Son pasos que van a servir para seguir fortaleciendo las relaciones.
La CELAC Social es una respuesta a un hecho político dentro de la CELAC y que demuestra que los pueblos nos organizamos y movilizamos para discutir cuál es esta realidad y cómo la transformamos.
Luego de la entrega del documento tenemos que seguir peleando. Hay muchas cosas que planteamos que tenemos que tener y no las tenemos, hay que pelearla para conseguirlo.