Con la nueva ley los años de aporte que no fueron abonados por las patronales los pagan los jubilados por medio de un plan de financiamiento.
La Cámara de Diputados aprobó el Plan de Pago de Deuda Previsional. De esta forma quien alcance la edad -60 años las mujeres y 65 los hombres- podrá jubilarse en dos situaciones: la primera contempla a los mayores que, a pesar de contar con la edad jubilatoria, no tienen los 30 años de aportes completos, mientras que la segunda opción aplica a aquellos que aún no llegan a la edad límite, pero ya saben que no alcanzarán los años de aporte.
Para acceder al nuevo régimen se podrán comprar períodos de contribuciones, con un plan de crédito subsidiado que se cancelará con descuentos hechos a los haberes mensuales.
El valor estipulado para las cuotas será calculado por medio de la “unidad de pago de deuda previsional” (UPDP), un valor que depende directamente de la “remuneración mínima imponible” que se encuentra en $19.700 pesos. Al haber percibido se le descontará un 29% de este monto, llegando a representar de esta manera $5.730.
Aunque la cantidad de cuotas a abonar se debe tener en cuenta los períodos faltantes, las cuotas no deberán superar las 120 cuotas, lo que representa 10 años de descuentos.
Por otro lado, quien no cumpla aún con la edad para jubilarse, y se encuentre como trabajador en actividad, pero, sepa que no llega con los años de aporte, podrá empezar a abonar una unidad de cancelación de aportes previsionales.
Según los informes presentados, existen alrededor de 800 mil personas en todo el país en edad de jubilarse pero imposibilitados para acceder al régimen previsional debido a la falta de años de aporte.
La titular de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses), Fernanda Raverta, dijo que “para nosotros, que los jubilados y las jubiladas puedan ingresar a un plan de pagos es una inversión central porque también genera un movimiento económico que resulta un círculo virtuoso. Los nuevos jubilados ayudan a que las jubilaciones futuras también sean mejores”.
De esta manera, aquellos que por determinadas razones no han cumplido con los requisitos de 30 años de aportes que antes lo pagaba el empleador, ahora se recauda del bolsillo del propio jubilado.