Estados Unidos es una de las economías más grandes del mundo sin embargo su prosperidad depende de un aumento sistemático de la deuda para no entrar en default.
En un contexto donde el país se queda sin reservas debido al déficit para afrontar los gastos, el gobierno federal recurre a la negociación en el congreso para elevar el piso de deuda permitida legalmente, mecanismo histórico que le ha permitido aumentar el tope de deuda 79 veces desde 1960.
El límite de la deuda es la cantidad total de dinero que el gobierno de los Estados Unidos está autorizado a pedir prestado para enfrentar sus obligaciones, en la actualidad ese límite se encuentra en 31,300 billones de dólares lo que representa el 126% del PBI.
La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, informó que el próximo 5 de junio el departamento se quedará sin fondos ya que enfrentará un pago programado de 130 mil millones de dólares. Por esta razón, elevó por medio de una carta el pedido de extensión del límite a los líderes del congreso expresando la necesidad de “proteger la plena fe y el crédito de los Estados Unidos actuando lo antes posible”.
De no llegar a un acuerdo entre demócratas y republicanos el país caería por primera vez en su historia en cesación de pagos, lo que lo llevaría al default.
Por otro lado, el Fondo Monetario Internacional comentó por medio de su portavoz, Julie Kozack, que “nuestra evaluación es que habría repercusiones muy serias, no sólo para EE.UU. sino también para la economía mundial, en caso de default de la deuda de EE.UU. Y alentamos encarecidamente a las partes en EE.UU. a reunirse para llegar a un consenso para abordar este asunto con urgencia”.