En Grecia se realizaron movilizaciones en protesta por reformas laborales que flexibilizan las condiciones de trabajo.
Desde el pasado jueves, se han registrado movilizaciones y un paro de 24 horas convocado por el gremio ADEDY, el mayor sindicato del país que agrupa a trabajadores del sector público. La medida de fuerza fue llevada a cabo en rechazo a una nueva ley de flexibilización del mercado laboral aprobada por el parlamento el viernes 22 de septiembre.
Miles de trabajadores realizaron concentraciones en contra de la ley, en las plazas de Atenas y otras ciudades como Salónica, Larisa, Patras, Ioannina, Corfú y Katerini. El paro repercutió en los servicios públicos, con trenes y transporte público operando con un servicio reducido. Además, los hospitales públicos se vieron limitados a personal de emergencia y muchos colegios optaron por cerrar sus puertas.
La reforma, aprobada con el voto favorable de 158 diputados de un total de 300, implica el aumento de la jornada a 78 horas a la semana y la ampliación de 5 a 6 días laborables. Además, se establece la posibilidad de despido sin indemnización ni motivo en el caso de primer contrato.
Este proyecto forma parte de una serie de reformas que se están implementando en el país. Como antecedente encontramos la ley aprobada en julio pasado, que permite trabajar después de los 74 años, es decir, siete años más allá de la edad de jubilación.
El ministro de Trabajo, Adonis Georgiadis, ha defendido esta ley argumentando que su objetivo principal es “estimular el empleo” y “aumentar el número de puestos viables y correctamente pagados”.
La comisión directiva de la Confederación General de Trabajadores Griegos (GSEE) decidió no convocar a la huelga llevada a cabo por miles de trabajadores.
Una flexibilización fallida
Durante este año, el gobierno de Corea del Sur presentó un proyecto para extender la jornada laboral, proponiendo un aumento de 52 a 69 horas semanales. Esta propuesta implicaba regresar al esquema semanal que había sido derogado por ley en el año 2018.
La medida fue rechazada por la Confederación de Sindicatos de Corea quienes afirmaron que haría legal “trabajar de nueve de la mañana a doce de la noche durante cinco días seguidos”. Además, se llevaron a cabo movilizaciones masivas, logrando finalmente la derogación.