En contraste con las declaraciones del Gobierno Nacional, las condiciones de vida de los trabajadores están marcadas por la pérdida de poder adquisitivo y reducción del empleo.
En una entrevista realizada en LN+, el ministro de Economía, Luis Caputo, dijo que “los salarios privados registrados vienen subiendo desde hace 8 meses, y con las jubilaciones ha pasado algo parecido”. “Son datos duros, es la realidad, han subido en dólares y le han ganado a la inflación”, sentenció.
En contraste, aunque el ministro alude a un leve repunte observado en algunos indicadores, distintos informes muestran el profundo deterioro de las condiciones de vida en general de los trabajadores del país.
Más desempleo
Según el informe del INDEC acerca del mercado laboral, desde el cuarto trimestre del 2023 al tercer trimestre de 2024 se contabilizaron 150.000 trabajadores ocupados menos. A ello se le suma que el porcentaje de personas que buscan activamente trabajo (entre desocupados y ocupados y subocupados demandantes) pasó del 21,2% al 24,5%, representando unos 617.000 trabajadores.
El Análisis de la dinámica laboral y empresarial elaborado por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), comenta que la cantidad de trabajadores registrados en unidades productivas se redujo en más de 261.000.
Los sectores donde se observaron mayores pérdidas fueron el de la Construcción con una disminución de 88.856 trabajadores, la Administración pública, defensa y seguridad social con 70.189, Servicio de transporte con 53.525 e Industria manufacturera con 38.532.

Como se puede observar en esos datos, tanto en el sector público como en el privado se viene incrementando esta tendencia. En el mes de enero, Tribuna relevó despidos en Subsecretaría de Puertos (ya disuelta), el Ministerio de Salud y PAMI, en el sector público, y Sancor, General Motors, Toyota, entre muchos otros, en el sector privado.
Según la última medición realizada por el INDEC, el 52,9% de la población es pobre, eso significa que más de 24 millones de personas no llegan a cubrir sus necesidades básicas.
El informe “Cuenta de generación del ingreso e insumo de mano de obra” del INDEC comenta que desde el primer al tercer trimestre de 2024 la cantidad de puestos de trabajo en total se redujeron en 159.000, de los cuales 140.000 fueron trabajadores formales.
Esta reducción de puestos laborales se traduce directamente en mayor desocupación. Según el Boletín Estadístico de la Seguridad Social elaborado por el Ministerio de Capital Humano 174.335 despedidos sin causa comenzaron a cobrar la prestación por desempleo en 2024.
Ese número es el más alto de los últimos 10 años, y representa un 60% más que en 2023 y el doble de 2022. Los sectores de donde provienen los trabajadores son la construcción (54.046), la industria manufacturera (36.233), el comercio (28.790), actividades administrativas (14.150) servicio de transporte (7.158), servicios de comida y alojamiento (6.493) y salud y servicios sociales (5.522).
Por su parte, el Informe sobre situación del mercado de trabajo N° 14 elaborado por el Centro de Investigación y Formación (CIFRA) de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA-de los Trabajadores) comenta que durante el gobierno de Milei “se incrementaron notablemente las tasas de desocupación de los jóvenes” donde para las mujeres la tasa aumentó de 12,7% a 16,1% y para los varones de 11,9% a 13,6%.
El poder adquisitivo
El mismo informe comenta que la remuneración de todos los asalariados (contemplados los no registrados) se incrementó un 48,2%, mientras que el índice de precios al consumidor (IPC), que mide la inflación, acumuló un aumento del 101,6% en el mismo período.

Mientras que algunos ítems lo hicieron muy por encima: Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles un 230,7%, Comunicación 172,7%, Educación 163,6%, entre otros. Algo llamativo es el aumento que tuvieron los precios regulados por el gobierno, muy por encima de la inflación general: 195,9%.
En el Informe de CIFRA, comentan que la recuperación de los salarios registrados de los últimos meses “es sólo relativa” ya que a largo plazo se advierte que “el poder adquisitivo del salario privado de octubre de 2024 resulta 23% inferior al de noviembre de 2015 y el del sector público es 38,2% menor al de ese mismo mes”.
En el caso del salario mínimo, vital y móvil (SMVM) tuvo “una pérdida real superior al 30% respecto de noviembre de 2023 que determina un poder adquisitivo más bajo que durante la década del noventa”, comentan.