Continúa la contienda ruso-ucraniana mientras las alianzas preparan la disposición institucional, militar y financiera para el “resguardo” de la paz.
El pasado 11 de marzo se realizó una cumbre entre los gobiernos de Estados Unidos y Ucrania en la que se acordó el impulso de un alto el fuego por 30 días y el inicio de negociaciones con el gobierno ruso para implementar una “paz duradera”.
La propuesta fue presentada al canciller ucraniano, Andrii Sybiha; el jefe de gabinete, Andriy Yermak; y el ministro de Defensa, Rustem Umerov por parte de Marco Rubio, secretario de Estado estadounidense, y Mike Waltz, consejero de Seguridad Nacional.
A su vez, ambos países acordaron “concluir lo antes posible un acuerdo global para desarrollar los recursos minerales críticos de Ucrania a fin de expandir la economía del país y garantizar la prosperidad y la seguridad del país a largo plazo”.
Por su parte, el presidente ruso, Vladimir Putin, realizó una conferencia de prensa tras reunirse con el presidente bielorruso, Aleksandr Lukashenko, donde transmitió su apoyo a la tregua pero presentó algunas “dudas” acerca de su viabilidad.
Al respecto, el mandatario cuestionó la posibilidad de que el acuerdo represente una oportunidad para el reagrupamiento de las fuerzas ucranianas: “¿Cómo se van a utilizar esos 30 días? ¿Para que Ucrania continúe la movilización de fuerzas? ¿Para que allí se envíen armas?”, señaló.
El martes pasado, en una conversación telefónica, Putin y el presidente de EE.UU., Donald Trump, pactaron una tregua de 30 días acotada a los ataques contra la infraestructura energética. Además, el mandatario ruso reclamó el “cese completo” de la asistencia militar y de inteligencia extranjera a Kiev como condición para terminar el conflicto.
Al día siguiente, Zelenski y Trump refrendaron el acuerdo. En ese marco, Rusia y Ucrania realizaron un intercambio de 175 prisioneros cada uno.
Sin embargo, ambos bandos continúan atacando objetivos enemigos con drones de larga distancia. Uno de dichos ataques provocó la destrucción de un cuartel general ruso en la región ocupada de Zaporiyia, sede de la central nuclear que despertó el interés del presidente de EE.UU., al ofrecer a Zelensky la toma del control de la misma para asegurar su “protección” ante las fuerzas rusas.

Otras alianzas no pierden pisada del conflicto
Autoridades militares de 27 países se reunieron el pasado jueves en la base militar de Northwood, cerca de Londres, para concretar la coordinación de una fuerza internacional para garantizar el cumplimiento de los acuerdos de paz y velar por la seguridad de Ucrania.
Paralelamente, una cumbre de la Unión Europea en Bruselas ratificó su “apoyo continuo e inquebrantable a la independencia, soberanía e integridad territorial de Ucrania” mediante la firma de una declaración conjunta, aprobada por todos los países excepto Hungría.
Finalmente, la Cámara Alta del Parlamento alemán, el Bundesrat, aprobó el viernes un proyecto de flexibilización del límite de endeudamiento para el gasto en defensa y un plan de 500.000 millones de euros para infraestructuras y medidas para combatir el cambio climático.