Un día después del paro general de las centrales sindicales, el FMI le otorgó el ansiado auxilio financiero de 20.000 millones de dólares al Gobierno Nacional a cambio de devaluación y reforma laboral.
La semana pasada se acreditó el desembolso inicial de 12.151 millones. Sujeto a la aprobación de revisiones en las que el Fondo evaluará el curso de las medidas del gobierno, el país recibirá 2.028 millones en junio de 2025, 1.012 millones en noviembre de 2025 y 723 millones por semestre a partir de 2026 hasta 2029.
Para su devolución, el gobierno contará con un período de gracia de 17 meses y se terminaría de pagar en 2038. En base a este cronograma, se superpondrán los pagos del acuerdo firmado en 2022 y el nuevo pacto entre 2029 y 2035. En total, el país deberá pagar 43.442 millones en ese período.
El club del pedal
Tras la aprobación del acuerdo, el ministro Luis Caputo y el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, anunciaron las exigencias establecidas por el FMI, lo que denominaron como el inicio a la “Fase 3″ de su programa económico. “La primera era terminar con el déficit fiscal, la segunda era terminar con el déficit cuasifiscal y la emisión monetaria y la tercera era la recapitalización del Banco Central”, señaló Caputo.

En este marco, comunicaron la eliminación parcial del cepo al dólar (para personas físicas, no para las empresas); del dólar blend, el mecanismo que permitía liquidar exportaciones en un 80% al tipo de cambio oficial y un 20% en el financiero; y, de forma velada, una devaluación como consecuencia del abandono del régimen cambiario del crawling peg de 1% mensual, por un esquema de bandas movibles de flotación entre 1.000 y 1.400 pesos por dólar.
El Banco Central intervendrá con venta o compra de divisas para asegurar que la cotización no exceda esos límites, que se actualizarán a un ritmo del 1% mensual. “Una devaluación es cuando garantizas un mínimo del tipo de cambio. Nosotros no la estamos haciendo. Puede ser que de acá a un año el dólar valga 970 pesos”, explicó el ministro.
“Esto no es una devaluación, es una flotación”.
Luis Caputo, ministro de Economía.
El nuevo esquema cambiario término de delinearse la semana pasada, cuando el BCRA libero las restricciones sobre las tasas mínimas de interés y suspendió las operaciones de pases activos -en la que ofrecía pesos a los bancos a cambio de una tasa del 33%-, impulsando a las entidades financieras a conseguir liquidez a través de la suba de las tasas.
Por otro lado, habilitó el acceso a fondos extranjeros al mercado cambiario “para la repatriación de las nuevas inversiones que realicen” con la condición de que mantengan una permanencia mínima de 6 meses en el país para volver a girar los beneficios al exterior.
El carry trade, el mecanismo financiero para la obtención de ganancias a través del diferencial de tasas de interés y la cotización controlada del dólar, se encontraba en jaque ante la reciente suba del dólar paralelo.
Con el presente esquema, se busca encauzar nuevamente el ingreso de dólares para que el gobierno pueda ganar tiempo para continuar la administración de los precios, luego de que el IPC de marzo marcó un 3,7% y las reservas del Central acumularan una caída de 8.100 millones de dólares en 2025.
Diálogo o confrontación
Desde la CGT todavía no ha habido ningún pronunciamiento con respecto a las implicancias de las medidas del Gobierno. Tras su última reunión, se definió la convocatoria para una movilización para el próximo 30 de abril en el marco del Dia del Trabajador y en coincidencia con otra movilización de jubilados frente al Congreso.
Jorge Sola, secretario general del Sindicato del Seguro y secretario de comunicación de la central, al ser consultado acerca de las paritarias, dijo que la CGT “no interviene en reclamos sectoriales, que eso responde a cada sindicato” aunque advirtió que hubo “una devaluación de entre un 10 y un 13%, lo que implica que el salario tiene un poder de compra de entre un 10 y un 13% menos”.
El pasado martes, desde la CTA Autónoma presentaron un informe que indica que en el primer trimestre del año los sueldos acumularon una caída promedio del 3% y en algunas actividades el retroceso trepó al 7%.
Por su parte, Abel Furlán, de la Unión Obrera Metalúrgica, sostuvo que “la gente se está quedando sin trabajo, y el que tiene trabajo no le alcanza ni siquiera para garantizar el esfuerzo de la contraprestación y el plato de comida. Hay una ecuación que no cierra en este sentido. La CGT tiene que salir a confrontar con esto”.

Las grandes reformas en letra chica
Según el documento publicado por el staff del FMI, la reforma laboral es parte clave del eje estructural del programa, propuesta con el objetivo de “aumentar la flexibilidad del mercado laboral, facilitar la negociación salarial y simplificar los procesos de desvinculación”.
Por otro lado, a la vez que se exige la reforma del sistema jubilatorio para diciembre de 2026, la quita de los subsidios a los servicios, la aceleración de las privatizaciones y la desregulación de la economía; el organismo menciona la importancia de sostener mecanismos de contención social (como la Asignación Universal por Hijo y la Tarjeta Alimentar) ante los “posibles impactos negativos a corto plazo”.
Osvaldo Giordano, presidente del Instituto de Estudios Sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL) de la Fundación Mediterránea y ex titular de la ANSES durante la gestión actual, dijo que “es un motivo de preocupación que estas reformas no hayan ocupado un lugar destacado dentro de los anuncios”.
El pasado miércoles, durante la presentación del informe de gestión ante la Cámara de Diputados, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, confirmó la hoja de ruta al señalar que el Gobierno enviará al Congreso en los próximos meses un proyecto de reforma laboral. “Debemos dar una discusión respecto al régimen laboral que desde hace muchos años no hace más que impedir la generación de empleo genuino”, sostuvo el funcionario.
También debemos dar una discusión respecto al régimen laboral que desde hace muchos años no hace más que impedir la generación de empleo genuino, empujando a millones de argentinos a la informalidad. En nuestro país, el empleo privado no crece desde hace 15 años.
Necesitamos…
— Guillermo Francos (@GAFrancosOk) April 16, 2025
En una entrevista televisiva, reveló que el Gobierno aguardará a diciembre para el impulso de estos proyectos, a la espera de una recomposición de las fuerzas del Congreso en las elecciones de octubre: “Para diciembre vamos a empezar a hablar de reformas, la reforma previsional, de las leyes de trabajo, no sólo de la Ley de Contrato de Trabajo sino también de las normas de las asociaciones profesionales”.
De esta forma, la alianza financiera que conduce a la gestión de gobierno concedió un elevamiento contenido del tipo de cambio, renovó los mecanismos para mantener su esquema de ingresos y asestó otro golpe a los salarios para sostener la tensa calma y ganar un poco más de tiempo en su lucha por introducir las reformas estructurales contra las reducidas garantías que aun le quedan al trabajo.