Reflotan las disputas por la ocupación de rutas comerciales estratégicas en América Latina.
La semana pasada se dió a conocer desde Chile la presentación del Plan de Acción del Corredor Bioceánico Vial. A través de un acto en el Palacio de La Moneda, el presidente Gabriel Boric, oficializó la acción, junto a los gobernadores de las regiones de Tarapacá, José Miguel Carvajal y Antofagasta, Ricardo Díaz.
Según argumentan, el plan del Corredor Bioceánico es una propuesta que tiene por objetivo reducir el tiempo de conexión entre los puertos del Atlántico y del Pacifico conectando los puertos del sur de Brasil con los del norte de Chile, atravesando Mato Grosso do Sul, el chaco paraguayo y las provincias argentinas de Salta y Jujuy.
“Esta iniciativa consolida el rol de Chile como un eslabón clave del comercio global, al conectar América del Sur con los mercados del Asia-Pacífico mediante una infraestructura moderna, segura y eficiente”, sostiene la comunicación del Ministerio de Economía de Chile.
También, en la misma semana, se produjo una visita de ingenieros ferroviarios del gobierno chino a Ilhéus (Brasil) con el objetivo de evaluar una obra de la Ferrovía de Integración Este-Oeste para construir un Corredor Bioceánico Brasil-Perú.
“La idea es implementar un corredor ferroviario estructurante para el transporte de carga en Brasil: de este a oeste, pasando por Bahía, Goiás, Mato Grosso, Rondônia y Acre. Toda la carga producida en el área central del país sería transportada por esta infraestructura ferroviaria hasta llegar al puerto de Chancay”, afirmó Leonardo Ribeiro, secretario de Transporte Ferroviário de Brasil.
“Brasil exporta 350 mil millones de dólares anualmente y más de un tercio de ese valor se destina a China. De lo que exportamos a los chinos, el 60 % es mineral de hierro y soja, que necesitan ser transportados por ferrocarril. Es mucho más eficiente, no solo desde el punto de vista económico, sino también desde el ambiental”, agregó el funcionario brasileño.
Canal de Panamá
Casi en paralelo al anuncio, en Panamá, se producía la visita del secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, quien se reunió con el presidente José Raúl Mulino, y funcionarios de la administradora de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP).
En dicho encuentro se firmó un acuerdo entre Hegseth y las autoridades de la ACP para elaborar un mecanismo de compensación por los peajes que pagan los buques de guerra y submarinos estadounidenses para cruzar el canal.
“Para nosotros era importante que, en momentos de contingencia, nuestras tropas puedan pasar primero y gratis. Agradecemos a nuestros socios panameños que están trabajando con nosotros en eso”, declaró el norteamericano, en un discurso desde la Base Naval Vasco Núñez de Balboa. Además aseguró que “Estados Unidos no permitirá que China o algún otro país amenace el funcionamiento de la vía de navegación comercial”.
