Israel bombardeó una sede ministerial y mató al primer ministro yemení. Los hutíes respondieron con ataques aéreos y bombardeando un buque en el Mar Rojo.
La escalada bélica en Medio Oriente no cesa. La semana pasada acontecieron nuevos enfrentamientos potenciados por la política guerrerista del gobierno de Israel que busca mantener el conflicto armado en la región.
En ese marco, las Fuerzas Armadas de Israel (FAI) atacaron una sede ministerial de Yemen en la que se encontraban reunidos funcionarios políticos, entre ellos el primer ministro.
“El Primer Ministro Hutí, Ahmed Al-Rahawi, junto con otros altos funcionarios del régimen terrorista Hutí fueron eliminados durante un ataque de las FAI en Sanaa, Yemen”, expresó la FAI en un comunicado.
“En las instalaciones atacadas se encontraban altos funcionarios responsables del uso de la fuerza, del aumento militar del régimen terrorista Hutí y del avance de las acciones terroristas contra Israel”, ampliaron las FDI justificando el ataque.
Prosiguió la respuesta de los hutíes, quienes controlan el territorio yemení desde 2014, con un ataque mediante drones a Tel Aviv que fueron interceptados por los sistemas antimisiles.
Durante las últimas semanas, gobiernos y organizaciones se posicionaron con el objetivo de elevar la presión a Israel para poner fin al conflicto en Gaza.
Además, se atribuyeron un ataque por agua al bombardear un buque petrolero de bandera israeli en el Mar Rojo.
El portavoz militar hutí, Yehya Sarea, aseguró mediante un comunicado transmitido por canales de comunicación del movimiento que “el petrolero israelí Scarlet Ray fue alcanzado de manera directa en el norte del mar Rojo”.
Además, el vocero militar anunció la intención de llevar a cabo “nuevas operaciones militares contra intereses israelíes en la Palestina ocupada” y advirtió que estos operativos “no cesarán hasta que finalice la agresión contra Gaza y se levante el asedio sobre su población”.

En simultáneo, realizaron un operativo de allanamiento de oficinas de dos agencias de la ONU en Saná: una del Programa Mundial de Alimentos (PMA) y otra de Unicef.
Según reportó la agencia de noticias AFP, con declaraciones provistas por un funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores de los hutíes, “los empleados de las Naciones Unidas detenidos están acusados de espiar a favor de la agresión estadounidense e israelí, y toda persona cuya acusación sea confirmada será llevada ante la justicia”.
Antonio Guterres, secretario general de ONU, condenó “enérgicamente las detenciones arbitrarias, el 31 de agosto, de al menos 11 funcionarios de las Naciones Unidas por parte de las autoridades de facto hutíes en Yemen en zonas bajo su control”, declaró en un comunicado.
La disputa entre los hutíes de Yemen y EE.UU. se intensifica y el tráfico marítimo por el Mar Rojo cae.