Diputados definieron elevar sus ingresos a un equivalente de 14.000 dólares al mes, impulsando la protesta de organizaciones sindicales y estudiantiles en todo el país.
E
l conflicto, iniciado el lunes 25 de agosto, escaló en intensidad con la intervención de las fuerzas de seguridad, desencadenando fuertes enfrentamientos donde, según Amnistía Internacional (AI), al menos diez personas murieron.
Por su parte, la Comisión para los Desaparecidos y Víctimas de Violencia (Kontras) informó que al menos 20 manifestantes permanecen desaparecidos.
El rechazo se intensificó de forma particular tras el asesinato de Affan Kurniawan, un joven conductor de la aplicación GoJek, atropellado por un vehículo blindado de la policia indonesa, cerca del Parlamento.
El país asiatico registra un crecimiento del PIB del 5,1% y un desempleo del 4,8%, pero el salario mínimo es de apenas 300 dólares. “El problema subyacente es la desigualdad económica”, señaló con respecto a las manifestaciones Andreas Harsono, investigador sobre Indonesia de la organización Human Rights Watch.

En un intento por contener el descontento, el presidente Prabowo Subianto anunció la revocación de algunos “privilegios” de los diputados, “entre ellas las dietas y la moratoria sobre las visitas de trabajo al extranjero”, declaró el mandatario.
En algunas de las principales ciudades del país, como Palembang, Banjarmasin, Yogyakarta, Makasar y Gorontalo, los manifestantes prendieron fuego edificios públicos y los congresos.
Antecedente
En 2020, el Parlamento aprobo la Ley de Creación de Empleos (Ley Ómnibus), desencadenando protestas de organizaciones sociales y sindicales, que denuncio al Gobierno por “legalizar la esclavitud moderna” segun expresó Said Iqbal, presidente de la Confederación de Sindicatos de Indonesia (KSPI).
Miles de indonesios expresaron su malestar ante una reforma electoral impulsada por el oficialismo de cara a las elecciones de noviembre.