En el marco de la visita de Putin a Pekín, las estatales energéticas de Rusia y China acuerdan proyectos para aumentar el suministro de gas al país asiatico.
La estatal rusa Gazprom anunció el martes pasado la firma de un acuerdo con la Corporación Nacional de Petróleo de China (CNPC) para la construcción de los gasoductos Poder de Siberia 2 y Soyuz Vostok a través de Mongolia.
El primero de ellos suministrará 50.000 millones de metros cúbicos de gas al año desde el oeste de Rusia hasta el norte de China.
A su vez, el acuerdo contempla el aumento del flujo de gas a través de los gasoductos Poder de Siberia (+6.000 millones de metros cúbicos) y la ruta del Lejano Oriente (+2.000 millones).
“Será el proyecto de gas más grande, más extenso y con mayor inversión de capital del mundo”, dijo Alexéi Miller, CEO de Gazprom.

En los primeros ocho meses de 2025, Gazprom ha suministrado alrededor de 26.000 millones de metros cúbicos de gas a la nación asiática, representando un aumento del 28,3%, según informó Miller.
El gasoducto Fuerza de Siberia, puesto en marcha en 2019 y con una capacidad de 38.000 millones de metros cúbicos anuales, es la principal ruta de suministros de gas ruso a China.
En el mes de julio, Miller y su homólogo de CNPC, Dai Houliang, sostuvieron una reunión de trabajo en Beijing en la que “valoraron altamente el avance y las perspectivas de la asociación estratégica” entre las empresas.
Estos acuerdos señalan una reorientación de la estatal rusa, que desde el inicio de la guerra con Ucrania vio afectados sus ingresos procedentes de Europa, que representaban un 40% del total, a través de los gasoductos Nord Stream.
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