Ecuador lleva más de 10 días de paro general contra el alza del combustible y por mejores condiciones de vida.
Entre las causas esgrimidas por el movimiento de protesta está la reciente decisión del gobierno de Daniel Noboa por el cual se decidió la eliminación del subsidio a los combustibles.
Mediante el decreto 126, publicado el 12 de septiembre, el precio del galón de diesel premium (equivalente a 3,7 litros) pasó de 1,80 a 2,80 dólares.
El anuncio despertó rápidamente el malestar de los sectores productivos y del trabajo quienes ven perjudicados sus ingresos por el aumento de los costos logísticos y de la canasta de consumo.
El gobierno de Daniel Noboa aumentó un 55% el precio del combustible provocando la reacción popular.
Ante la presión de las bases la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), principal federación de campesinos del país, lanzó la huelga nacional que comenzó el 22 de septiembre y que, al día de hoy, se mantiene activa.
Entre los reclamos se puede observar: Derogatoria del decreto 126; Presupuesto para salud y educación; Reducción del IVA del 15 al 12%; Libertad inmediata a los presos detenidos por protestar; Fin de la expansión minera y petrolera.

En palabras del presidente de Ecuador, el gobierno enfrenta “actos de terrorismo disfrazados de protesta” considerando que “no son reclamos sociales, son ataques calculados para sembrar miedo y desestabilizar todo el país”.
Al malestar generalizado se sumó que, producto de la represión policial, fue asesinado el activista Efraín Fuerez, comunero kichwa de Cotacachi durante una protesta el domingo 28.
El martes, durante una intervención en la Asamblea de Ecuador, el presidente de la CONAIE Marlon Vargas, exclamó contra Noboa: “deje de obedecer al FMI. Fortalezca la educación, la salud y respete la vida. No somos terroristas, somos pueblos en resistencia”.
Los estudiantes también pelean
Las voces estudiantiles también han sumado su grito al reclamo. Por parte de la Federación Universitaria Estudiantil (FEUE) expresaron que este “nuevo paquetazo” afecta directamente al pueblo.
En una comunicación sostuvieron que el incremento del diesel se enmarca en otras decisiones que afectan las condiciones de vida. “El gobierno de Noboa se ha caracterizado por engañar al pueblo ecuatoriano”, consideraron.
“No existen nuevas fuentes de empleo, la inseguridad se ha agravado” mientras “el incremento del IVA ha sido destinado al pago de la deuda externa, y no a la atención de las necesidades de la población”, amplió la FEUE.
Mientras tanto, las “universidades públicas han sido abandonadas” con una deuda que llega a los 712 millones de dólares provocando: aumento de la deserción estudiantil, cierre de laboratorios, deterioro de infraestructura, entre otros.

Antecedentes
El 13 de septiembre ante el crecimiento de las protestas el Ejecutivo declaró el estado de excepción en seis provincias y trasladó su sede de gobierno a Latacunga.
De forma previa, Ecuador había atravesado una situación similar en octubre del 2019 cuando fue protagonista de un levantamiento popular que duró ocho días consecutivos en el gobierno de Lenin Moreno.
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En su oportunidad, Moreno había ejecutado una quita del subsidio al combustible, una política sensible en el sostenimiento de las actividades económicas y productivas del país.
Tras los enfrentamientos callejeros, el entonces presidente decretó el estado de excepción y trasladó la sede de gobierno a Guayaquil.
Producto de la represión a quienes enfrentaron el “Paquetazo” se registraron más de 1.300 detenidos, once fallecidos y cientos de heridos.