Desde Tribuna dialogamos con Pedro Hernández Morales, secretario general de la Sección 9 Democrática SNTE-CNTE, una corriente del sindicato de maestros de México.
Recientemente registramos bloqueos y movilizaciones de docentes en las principales vías de acceso a la Ciudad de México, entre otras varias ciudades, ¿Cuáles fueron los motivos de estos reclamos?
El SNTE es el sindicato más grande en México de docentes de educación básica. En todo el país tiene un poco más de 1 millón y medio de afiliados y la coordinadora sostiene su influencia en 400.000 trabajadores de la educación.
Los maestros de la coordinadora estamos en todo el país, principalmente hacia el sur, en los estados de Oaxaca, Chiapas, Guerrero, Michoacán, Ciudad de México y ahora en estas últimas movilizaciones también ha estado en el norte del país.
Entre mayo y junio de este año estuvimos 23 días en huelga y realizamos un plantón, como llamamos nosotros a concentrarnos en un espacio aquí en la Ciudad de México en el Zócalo, que es la principal plaza pública. Se llenó de carpas, donde estuvimos casi 30.000 maestros.

A partir de ahí se hicieron muchas acciones: bloqueo de avenidas, se tomó el aeropuerto de la Ciudad de México, se tomaron los accesos a la ciudad de México y esta movilización.
El principal reclamo tiene que ver con la seguridad social. En México, todos los que trabajamos para el estado, estamos afiliados al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).
En el 2007 hubo una reforma a su ley que planteó a todos los trabajadores un régimen jubilatorio de cuentas individuales, es decir, que cada trabajador tiene que ahorrar para su retiro, como una autopensión. Estas cuentas están bajo una administración de grandes capitalistas que les dan ganancias multimillonarias.
Antes del 2007 los que entramos a laborar en el sector público podiamos jubilarnos a los 28 años de actividad las mujeres, a los 30 años los hombres. Hubo una modificación en esa reforma imponiendo un mínimo de edad. Es decir, que aunque ya cumplieran la antigüedad, no podían jubilarse.
Esta última etapa de lucha fue para abrogar esta ley del ISSSTE de 2007. Hubo negociaciones con el gobierno, pero no hubo modificaciones de la ley, aunque la presidenta Claudia Sheinbaum prometió su derogación en su campaña.
Nuestro ciclo escolar va de septiembre a julio. Ahora que reanudamos clases también reanudamos las movilizaciones y el pasado 17 octubre miles de docentes se movilizaron.
¿Qué actores integran estos fondos?
Son 10 grandes Afores, son empresas financieras. La principal se llama Azteca, y su dueño se apellida Salinas Pliego.
Le dejaron el 25% y es muy contradictorio porque el gobierno actual ha denunciado que esta persona, con todos los millones que gana, debe más de 70.000 millones de pesos en impuestos. Sin embargo, está premiado con la mayor Afore. Están condenando a los maestros a estar muchísimos años en servicio, a estar más de 35 o 40 años dando clases.

¿Podría ampliar cuales son las condiciones de trabajo que atraviesan los docentes mexicanos en la actualidad?
Para sostener un nivel de vida los maestros necesitan trabajar por la mañana y por la tarde. Los salarios son bajos. Estamos hablando de 12.000 pesos mexicanos (650 dólares aproximadamente) al mes, muy por debajo del salario de docentes de otros países. Y también tenemos inestabilidad laboral porque los docentes están ocupando plazas base: se le termina su contrato al maestro y tiene que pelear para poder acceder a otro.
¿Cuál es la situación actual del conflicto? ¿Están planteadas próximas acciones?
El sábado tendremos una Asamblea Nacional Representativa de la Coordinadora. La coordinadora está proponiendo que para noviembre hagamos otro paro, pero de dos días. Y tal vez el siguiente sea de tres días Y luego pues ya sea la huelga o el paro indefinido.
Con el gobierno no hay una interlocución directa, llegamos a tener reuniones con la presidenta en tres ocasiones y antes con el presidente López Obrador, 18 entrevistas donde algunas veces solo se comprometía a cambiar algunas cosas y en otras simplemente no obtuvimos respuestas.
Por eso se está reactivando la movilización. El camino que hemos elegido es el de la resistencia, el de no dejarnos vencer, el de buscar alianza con otros trabajadores y enfrentar al gobierno en México, un administrador de los grandes actores financieros del país.


