Una feroz disputa acontece en el interior de Estados Unidos entre fuerzas económicas y políticas por tomar control del Estado.
Muestra de ello ha sido el reciente bloqueo del Gobierno federal, también conocido como “government shutdown”, iniciado el pasado 1 de octubre que se prolongó por más de 40 días.
Aconteció luego que demócratas y republicanos no acordaran en el Senado la aprobación del proyecto de gastos de funcionamiento del gobierno.
El cierre
El desacuerdo se produjo en relación a la política de austeridad fiscal que promueve el oficialismo, mientras que los demócratas pretendieron extender gastos a programas de seguro médico para poblaciones vulnerables (conocido como Obamacare).
Comenzó aplicando aranceles a importaciones de China y anunció la baja de impuestos para atraer capitales. Las cripto y las tecnológicas figuran como principales aliados del nuevo gobierno.
Como consecuencia, esto obligó a la suspensión de operaciones económicas hasta llegar a un acuerdo, por lo que diversos organismos federales que dependen del financiamiento se vieron paralizados, como servicios de asistencia alimentaria, salarios de empleados estatales y el sistema de control de tráfico aéreo.
Finalmente, el pasado 12 de noviembre el Senado aprobó un proyecto para financiar al Gobierno hasta el 30 de enero de 2026, acuerdo que fue sellado con la firma de Donald Trump, poniendo fin al shutdown.
Este episodio no fue solo una pelea por los costes presupuestarios, sino que se interpreta en el marco de una batalla interna entre corporaciones financieras, intereses industriales y fracciones partidarias por tomar al Estado a su favor.

Lobbistas
La asunción del alcalde de Nueva York, Zohran Mamdani el pasado 4 de noviembre aparece como un elemento central de esa disputa de fondo.
Así el joven candidato de 33 años, se consagra como el primer musulman en ocupar un cargo político en la ciudad de Wall Street y el más joven en la historia del distrito. Se identifica en el ala más de “izquierda” perteneciendo a Demócratas Socialistas de América (DSA), y apoyó públicamente la causa Palestina.
En su campaña el candidato hizo fuerte énfasis en la lucha contra los “superricos”, además de prometer congelamiento del costo del alquiler, construir vivienda, eliminar tarifas de autobuses, sistemas universales de guarderías y aumentos salariales.
Durante el discurso de cierre de campaña, expresó: “Los oligarcas de Nueva York son las personas más ricas de la ciudad, del país, de la historia del mundo. No quieren que cambie la ecuación. Harán todo lo posible para evitar que su control se debilite”.

Uno de los primeros en saludar la victoria de Mandami fue Alexander Soros, hijo del filántropo y líder de fondos de inversión, George Soros.
Según una investigación de Fox, Mandami habría recibido financiamiento de campaña por parte de las ONG MPower Change y Emgage Action, ambas con financiación cercana a los 2,5 millones de dólares de la fundación de George Soros, Open Society.
Este escenario describe cómo algunos actores del capital financiero progresista canalizan su poder político a través alianzas partidarias emergentes generando elecciones como la de Mamdani que “rompen” con los anteriores candidatos “moderados”.


