“Se ha buscado mantener un sistema productivo donde lo más importante sigue siendo las personas y no los agronegocios”
Historia de Yucat
Las tierras de Yucat eran unas tierras deshabitadas. Había una población en lo que hoy llamamos laguna Honda, de alrededor de 200 personas.
Cuando ingresan los españoles, se divide Córdoba y Jerónimo Luis de Cabrera, el fundador de la provincia, le cede a un lugarteniente suyo, Lorenzo Suárez de Figueroa, toda esta zona que llegaba cerca del límite con Santa Fe.
Una nieta de Suárez de Figueroa se casa con un comerciante portugués, Juan López Fiusa (de ahí el nombre Villa Fiusa) y en el 1700 dona todas las tierras, que era muchísimo más grande de lo que es hoy.
Antes la administración la llevaban civiles y era controlada por religiosos que estaban en el convento de Córdoba. El primero de estos religiosos que dirigió la administración fue el padre Rossi en 1956. El segundo administrador fue el padre Rafael Conti que la hace crecer mucho como empresa y desde el 2004 soy el tercer religioso que la administra directamente buscando acercarla a los fines institucionales, buscando dentro de todo un perfil social bastante más importante que tuvo en este tiempo.
¿Como se organiza la producción?
En cuanto a las producciones, ha sido una elección institucional no acceder al monocultivo, conservarlo como un espacio donde se vive, entonces tanto para las figuras de los colonos, que son los que alquilan las tierras como para su propio personal, se busca que no sea un lugar de trabajo como una fábrica, sino un lugar donde se vive.
Por supuesto que en este vivir uno tiene que trabajar, tiene que producir bien, entonces se ha buscado mantener un sistema productivo donde lo más importante sigue siendo las personas y no los agronegocios.
No renegamos de la tecnología, pero tratamos de guardar un equilibrio entre lo que es la alta tecnología que generalmente lo que viene a hacer es suplantar mano de obra, entonces buscamos producción más amigable con los aspectos sociales de la producción.
Y en este sentido de la parte que nosotros administramos hemos generado un tambo de cabra: una unidad del tambo para producción de leche de cabra ocupa 20 hectáreas, y lleva exactamente la misma cantidad de mano de obra que un tambo de vaca, que ocupa 200 hectáreas.
Después, otros aspectos que buscamos potenciar son los cultivos orgánicos, propiciamos actividades que sean agroecológicas y que se tenga en cuenta el cuidado del medio ambiente y de las producciones amigables con la salud humana.
En este sentido también podemos hacer referencia a que poseemos uno de los parches más grandes de monte natural y en este momento estamos desarrollando un programa que tiene como objetivo el cuidado del monte a través de la erradicación de especies exóticas invasivas, como la mora por ejemplo.
¿Hacia donde está dirigida la producción de la estancia?
Todo lo que es producción láctea lo orientamos, aún lejos de lograrlo, hacia la alimentación de sectores menos favorecidos, por eso participamos de la Mesa de Soberanía Alimentaria, participamos de la Feria Franca y estamos permanentemente preocupados de que nuestra producción vaya a los sectores vulnerables, nos queda mucho camino por transitar pero queremos orientarlo en este sentido.