Como en otros episodios de la historia argentina, el movimiento en la cotización del dólar retrotrae malos presagios para el pueblo argentino.
En momentos donde todas las miradas apuntan hacia la cotización del dólar, nos encontramos con noticias de allanamientos en el microcentro porteño por delitos de lavado de activos, tráfico de divisas al exterior y posibles vínculos con el narcotráfico y la detención en Córdoba de cuatro personas por venta de dólares falsos.
En este contexto, la escalada cambiaria alcanzó los $195 pesos en el dólar informal y la brecha con el oficial se extendió al 149,6%. También se amplió la brecha entre el tipo de cambio oficial ($78) respecto a otros tipos de cambio alternativos, como el dólar Bolsa o MEP que cerró en $155 y una brecha del 98%; y el dólar contado con Liquidación llegó a $168 y un 116%.
Estas alternativas son dos opciones legales para operar en el mercado de divisas. En el dólar CCL, un individuo o una empresa compra en pesos acciones o bonos que coticen en la Argentina y en otro mercado internacional (por ejemplo, Wall Street). Luego, esos activos se venden a cambio de dólares. El MEP se consigue a través de la compra de un bono que cotiza en pesos, pero que es convertible al mismo bono que cotiza en dólares.
Estas cotizaciones no tienen limitaciones de cantidad, ni impuesto PAIS ni retención del 35% a cuenta de Ganancias o Bienes Personales. Los dólares MEP quedan en una cuenta en la Argentina, por lo que están sujetos a la regulación local. En cambio, la moneda que resulta de la operatoria del “contado con liqui” puede permanecer en una cuenta en el exterior.
“A pesar de que hay una brecha que genera ansiedades importantes que nos ocupa fuertemente, tenemos las condiciones y los instrumentos para continuar con la política cambiaria que venimos llevando adelante y no hacer una devaluación”, dijo Martin Guzman, ministro de Economía, intentando apaciguar en radio Con Vos.
Navegando en aguas tumultuosas
A lo largo del mes, se sucedieron unas a otras distintas medidas del Gobierno Nacional en busca de intentar controlar la salida de divisas, administrando la demanda, estimulando las exportaciones, las inversiones y el ahorro en pesos .
A principios de mes, el Ministerio de Economía anunció la reducción de retenciones para las exportaciones de soja, carne, metales y productos industriales y de la minería, a la vez que se presentaron también instrumentos de ahorro alternativos a la compra de divisas: desde un bono atado al valor del dólar hasta incentivos fiscales para la construcción.
Por su parte, Miguel Pesce, titular del Banco Central (BCRA) anunció un cambio de estrategia para regular el tipo de cambio oficial, consistente en “abandonar el mecanismo de devaluación uniforme, otorgando mayor volatilidad y manteniendo el nivel competitivo del tipo de cambio real multilateral.
“Le advertimos al mercado que a partir de ahora vamos a darle cierta volatilidad al tipo de cambio. Cómo va a tener un salto importante el día de hoy no queríamos que se interpretará como que a partir de ahora era un paso devaluatorio”, remarcó Pesce.
“Los mercados deben entender que el que maneja la economía es el Gobierno” Maximo Kirchner.
La semana pasada, la cartera económica anunció un proyecto de Ley para impulsar el ahorro y la inversión en pesos mediante un incentivo concreto: exenciones a los impuestos a las Ganancias y Bienes Personales.
Esta semana Economía redujo el plazo de permanencia -o “parking”- en titulos de valores negociables a tres días. El denominado “parking” es el tiempo que tienen que esperar los inversores entre que compran los bonos, con pesos, y los venden en dólares, era hasta ahora de 5 días, y de 15 días si el objetivo era transferir los títulos al exterior.
Además se anunció que se realizará una subasta de bonos en dólares por u$s750 millones, para darle salida a aquellos inversores que busquen dolarizar sus tenencias en pesos, entre ellos fondos de inversión extranjeros como Pimco y Templeton; y se volvió a permitir a los no residentes operar en el Contado con Liquidación.
Finalmente, se comunicó la presentación de proyectos al Congreso para impulsar la construcción en busca de generar blanqueo de fondos en dólares no declarados para que se inviertan en obras.
Cuestión de intereses
La cotización del tipo de cambio no es simplemente un precio que se fija “libremente” en el mercado, sino una disputa de poder, en la cual funcionarios, empresarios y distintos sectores económicos entablan relaciones de fuerza e implementan las políticas económicas en función de sus intereses.
Desde la Unión Industrial Argentina (UIA), durante la última visita de la misión del FMI este mes, evaluaron que las medidas sobre las retenciones van en el sentido correcto pero que resultan insuficientes por la falta de horizonte a mediano plazo al señalar que no hay incentivo para que los productores quieran vender, dada la elevada brecha cambiaria.
A su vez, desde la Mesa de Enlace, indicaron que la baja temporal de retenciones a las exportaciones, sumada a la brecha cambiaria entre el dólar oficial y el blue, “generan más desconfianza” y reforzaron la necesidad de trabajar con un horizonte hacia un esquema de reducción permanente de esas alícuotas.
“Bajar las retenciones sobre soja es una medida fiscalista que difícilmente tenga impacto, puesto que hay varios factores, como la brecha cambiaria, que no acompañan esta medida, la situación macro sigue inconsistente, en resumen esto es más coyuntural que estratégico”. Carlos Iannizzotto, presidente de Coninagro.
En Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) comenzaron una ronda de consultas con sus entidades adheridas para evaluar si la organización debe retirarse del Consejo Agroindustrial Argentino (CAA), al señalar que mientras para la producción la baja de las retenciones será temporal, para la industria se fijará un diferencial que será permanente.
Los platos rotos
Con 18.405.000 personas bajo el umbral de la pobreza y 4.725.000 personas bajo el de la indigencia, la batería de propuestas mencionadas contrastan la capacidad de influencia de los sectores que concentran el poder económico por sobre las necesidades de los sectores asalariados y previsionales.
“Tenemos con qué evitar la devaluación. Los países devalúan cuando no tienen dólares, cuando tienen que pagar deuda externa, cuando importás más de lo que exportas, o cuando no hay ningún control para que los pesos se vayan al dólar. Hoy tenemos reservas, no tenemos que pagar deuda externa, tenemos superávit comercial y control de capitales” insistió Guzmán en el canal América TV.
Productores del sector agropecuario, minero, industriales con posición en el mercado mundial, especuladores financieros y analistas piden confianza, estabilidad, garantías para el desarrollo de un plan económico para los intereses de las ganancias. Discutir el dólar debe dejar de ser un eje de meteorología financiera de gurúes del mercado, sino una discusión sobre el precio del pan, los salarios, las condiciones de vida.
Aquí es preciso recordar al ministro Pugliese, cuando en los días de la hiperinflación de la presidencia de Alfonsín, pronunció antes de su renuncia, la recordada frase: “Les hablé con el corazón y me respondieron con el bolsillo”. Un desenlace de este proceso que priorice los intereses de la clase trabajadora no será el resultado de mancomunar consensos, buscando interpelar a “los mercados”. No es voluntad o solidaridad, es poder y organización. No es un tema económico, es una definición política.