Nicolás Trotta, ministro de Educación, propuso un aumento del 33% en cuotas que fue rechazado por las federaciones. Mientras tanto, la Conadu Histórica continúa su plan de lucha sin ser convocado a la reunión paritaria.
La semana pasada se llevó a cabo la reunión por el acuerdo de la paritaria docente donde estuvieron presentes los dirigentes de las federaciones sindicales Conadu, Fedun, Fagdut, UDA y Ctera, junto al ministro de Educación, Nicolás Trotta.
El ministro propuso un 33% de aumento en cuotas, comenzando abonar el pago en abril y finalizando en febrero del año 2022 de la siguiente manera: un 5 por ciento en abril, 5 por ciento en junio, 4 por ciento en agosto, 2 por ciento en octubre, 4 por ciento en noviembre, 3 por ciento en diciembre, 6 por ciento en enero, y un 4 por ciento en febrero.
Frente a la oferta las federaciones presentes decidieron rechazar el acuerdo denunciando que este no alcanza a cubrir la inflación prevista para este año, aún menos recomponiendo la pérdida salarial que acumulan desde hace ya varios años los trabajadores docentes. Además remarcaron negativamente el accionar del gobierno al no llamar a Conadu Histórica, como represalia tras el paro de 48 horas de la semana pasada.
Por su parte, la Conadu Histórica llevó adelante nuevamente esta semana otro paro nacional exigiendo la recomposición salarial, el cumplimiento de las medidas sanitarias y los reconocimientos en los gastos que les implicó la conectividad a todo el sector docente.
Frente a esta situación los docentes porteños también exigieron el cese de las actividades presenciales, ya que son consideradas un foco de contagios para los niños de 0 a 10 años que asisten diariamente a los colegios.
En paralelo, el Ministerio de Educación junto al gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, hizo circular un decreto que impondrá la esencialidad a los trabajadores de la educación, lo cual quedarían excluidos para ejercer el derecho constitucional al paro.
Eduardo López, dirigente de Ctera y de UTE pidió, en declaraciones radiales, “la suspensión temporal de las clases presenciales en la Ciudad hasta que deje de crecer esta locura de contagios y haya camas (de terapia intensiva) en la Ciudad”.
El gobierno ya no puede mirar para otro lado, hoy los y las trabajadoras de la educación se enfrentan al virus y a salarios de precariedad que los dejan en una situación aún más vulnerable.
Your Content Goes Here