Trabajadores del INDEC elaboraron una forma de medir el mínimo que necesita cada trabajador para poder vivir. Conversamos con Raul Llaneza, delegado general adjunto de la Junta Interna de ATE INDEC.
Todos los meses los trabajadores del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) elaboran por medio de una metodología propia el costo de una Canasta de Consumos Mínimos (CCM) para el sostenimiento de cada trabajador y trabajadora del país.
En el informe publicado el viernes pasado definen a la CCM como “un piso para que cada asalariado/a esté en condiciones de cubrir las necesidades básicas de su núcleo familiar y, de esa manera, no ser susceptible de caer en la pobreza y en la vulneración de sus derechos básicos”.
Según el documento, “un Hogar constituido por una pareja de 35 años con dos hijos en edad escolar necesitó, en marzo de 2021, de $ 92.928 para satisfacer sus necesidades. Este valor se compone de $ 31.389 necesarios para adquirir una Canasta Alimentaria Mínima y de $ 61.538 para acceder a otros bienes y servicios básicos”.
Actualizacion de Canasta Mínima - Marzo 2021“Por tanto, ningún trabajador debería ganar -de bolsillo- menos que el valor calculado en este ejercicio”, ya que las canastas calculadas “NO implican un modelo de lo que sería una canasta óptima o deseable”, sino “valores de mínima”.
En un documento publicado el 6 de abril por la Junta Interna ATE de INDEC, titulado ”Salarios en la administración pública y línea de pobreza”, exige al “gobierno la rápida convocatoria a la mesa de negociación paritaria con un objetivo claro: darle a la economía de cada familia el aumento necesario que recomponga el poder adquisitivo de sus salarios”, ya que, “la necesidad de tener salarios dignos es un derecho irrenunciable”.
En el último informe, pide al Estado reconocer la deuda que mantiene con los/as trabajadores/as y “discutir una pauta salarial -2021/2022- que esté atada a la inflación y a las necesidades”, concluye.
“Este es un informe que sale para que lea todo trabajador o trabajadora, algo concreto para que algún compañero o compañera que no entienda mucho de estadística o economía lo pueda entender” comentaba Raul Llaneza, delegado general adjunto de la Junta Interna de ATE INDEC, a Tribuna.
-¿Cómo vienen haciendo este trabajo de medición cómo trabajadores del organismo oficial?
Nosotros después del 2007 como trabajadores y trabajadoras afiliados de ATE hemos tomado la producción estadística como propia. Como otros actores sociales elaboramos distintos informes que tienen que ver con la realidad que sufrimos los trabajadores y peleamos para mejorar las condiciones de negociación salarial.
Todo lo que se fue degradando durante el macrismo no fue solo fue el salario sino también la cercanía que debería tener el Estado con los sectores vulnerables. A partir de eso, por tomar un criterio, hicimos el cálculo de la canasta mínima familiar. También analizamos lo que son las paritarias y la cuestión de los acuerdos salariales.
Hace 10 años que venimos planteando ininterrumpidamente que hay que revisar, no solamente el salario mínimo y las jubilaciones, sino también el cálculo de una canasta que, si bien esto es una propuesta de innovación que se hizo en el INDEC en los 90 que nunca se materializó, decimos que eso es lo que debe tener cada trabajador y trabajadora para sostenerse. Además lo realizamos para generar una herramienta, un instrumento para que cada trabajador que se siente a negociar su paritaria pueda afrontar la negociación.
Nosotros como trabajadores de INDEC pensamos que la Canasta Mínima es la que debería definir el Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM), que hoy ronda los $92.000. Siempre hablando que calculamos para una vida simplemente digna, cómo el umbral menor de lo que debería ganar cada trabajador para no ser pobre.
Sobre todo en este momento en el que crece el trabajo informal, que de cierta manera le da un ingreso a los trabajadores pero los pone en una situación de vulnerabilidad y falta de derechos. El aumento de la informalidad, del trabajo precario, es general.
Por eso pedimos una paritaria social, no sólo definir el SMVM que para nosotros debería estar atado al valor de la canasta básica total, sino discutir los ingresos mínimos necesarios para subsistir ya sea siendo asalariados formales, monotributistas, donde se integre la realidad del trabajador informal o trabajador que llegue a nuestro país por decisión o forzado y trabaje en esas condiciones. Estos temas deben empezar a formalizarse en la informalidad.
-Existen experiencias de pedidos paritarios cercanos a ese valor ¿Qué pensás al respecto?
Cómo hacemos para que el nivel de ingresos para cada trabajador esté en condiciones de sostener a una familia. Cuando nosotros planteamos nuestro cálculo del mínimo, es realmente el mínimo, que te pone en el umbral de las condiciones mínimas de vida.
En esta situación de vulnerabilidad y precariedad ponen al trabajador contra el trabajador, convierten al hombre en el lobo del hombre.
El sindicato aceiteros tiene la fuerza, le da las correlaciones, para mejorar cualquier tipo de reclamo que hagan por que te paran el mercado. Y lo mismo que llegó el sindicato del neumático con la patronal.
Por eso cuando aceiteros, como otros gremios, plantean su canasta, definida en base a un estudio de cuáles son las necesidades, nos marca un camino. Este sindicato, su reclamo es sumamente válido para toda la clase trabajadora en su conjunto. Para los aceiteros la canasta puede ser de 120.000 y está bien que así sea, depende mucho del sector y otros temas, pero así como ellos, los bancarios, camioneros, está bien que tengan convenios más acordes al nivel de lo que debería ser el mínimo. Los demás trabajadores deberíamos hacer lo mismo.