“Trabajo, viviendas, educación y salud es el nudo a desenredar para poder enfrentar esta cruda realidad”, comentó a Tribuna Edgardo Garmendia, secretario general de la CGT regional Villa María.
El jueves de la semana pasada se llevó a cabo el Congreso de las CGT regionales de toda la provincia donde participaron desde Villa María su secretario general y referente de AOITA local, Edgardo Garmendia, junto a otros referentes sindicales. Allí elevaron exigencias para la no aprobación de los proyectos de indemnización en el Congreso Nacional y debatieron sobre la situación social que atraviesa el país. En ese marco, desde Tribuna consultamos al dirigente sindical local respecto a la deuda y cómo esta influye en los reclamos del movimiento obrero organizado.
El Gobierno contrajo nuevas adquisiciones de deuda. ¿Cómo ves esta situación respecto a las condiciones de vida del pueblo?
A través de un crédito del BID se hace un proyecto de cuestión ambiental en Villa María, por lo que a veces es bueno si las deudas se toman para generar un tipo de beneficio conjunto, colectivo, y a su vez que genere más trabajo. Con esa base está buena la idea, pero actualmente estamos en una situación compleja donde necesitamos generar trabajo genuino, de calidad, con remuneraciones justas y dignas para reactivar la red de la economía que es el nudo de la situación.
Después expuse que, según los informes que la OIT ha realizado en 63 países que llevaron adelante la reforma laboral, demuestra que no lograron elevar los niveles de ocupación. Con el golpe financiero mundial en Europa varios países aplicaron medidas en las legislaciones laborales que tampoco dieron resultados en la generación de puestos de trabajo, está comprobado. Nosotros desde el movimiento obrero estamos convencidos de ello. En el documento de La Falda criticamos el laburo en negro no registrado y en algunos casos en los gobiernos locales que tampoco dan trabajo genuino ni remunerado.
¿Con endeudamiento se puede generar empleo y mejores condiciones de trabajo?
Yo no me endeudaría nunca, pero tampoco están apareciendo en el escenario político-económico otras alternativas. Por un lado, el endeudamiento nunca es bueno, pero por otro, es distinto endeudarse para la timba financiera y que la plata se vaya fuera del país que para generar puestos de trabajo. Esa diferencia es la más importante para pensar esta cuestión.
¿Consideras que la deuda contraída por Argentina se encuentra dentro de los márgenes legales?
La verdad es que no pasó por el Congreso y ahora se está tratando en la Justicia, porque la deuda fue negociada entre el Gobierno de Macri y el FMI sin haber tenido consenso entre los representantes del pueblo. Se sacaron un peso muy grande en la negociación.
En cuanto a la legitimidad es difícil saberlo, lo que sí conozco es que el procedimiento legal que debería haber corrido fue el tratamiento y debate en el Congreso de la Nación que no lo tuvo. El FMI no puede pasar por delante las normativas de los países más tratándose de una suma que superó niveles récords de préstamo.
¿Estos nuevos préstamos asumidos por el gobierno pueden influir en la definición presupuestaria?
Con respecto al presupuesto estamos reclamando que se aumente el nivel respecto al sistema del trasporte, ya que, con el proyecto enviado hace pocos días, la verdad es que en el interior del país se destinó 27 millones de pesos que es el mismo que el destinado al 2021. Esto teniendo en cuenta la inflación complejiza las situación, por eso vemos con gran preocupación esto, ya que no ha sido contemplado ello y las cosas van a seguir estando en la cuerda floja. Tenemos una disparidad muy grande con respecto a CABA y AMBA respecto al subsidio al transporte y vamos a solicitar que se cambie esta situación.
Concretamente en el transporte vamos a estar en serias dificultades si no se actualizan los precios acorde a la realidad seguiremos teniendo la sábana corta. Lo que existe es una disparidad entre Capital e interior en los subsidios, sin ver esta cuestión va a ser imposible avanzar. Todos debemos ser considerados de la misma manera.
La situación respecto a la pobreza, el hambre, la desocupación, es desesperante ¿Cuál crees que debería ser el rol del movimiento obrero ante esta situación?
Los últimos datos del INDEC arrojan que el 40% de los argentinos son pobres, más del 10% en indigencia. Tenemos la mala suerte que salimos de una pandemia mundial, más allá de las responsabilidades que le compete a cada gobierno. De esto se sale con trabajo, viviendas, educación y salud. Pero trabajo digno, con remuneraciones justas, ahí está el reclamo, el nudo a desenredar para poder enfrentar esta cruda realidad, que sabemos que le toca así a todo el mundo.