En el encuentro, el presidente Alberto Fernández planteó un nuevo contrato global, inclusivo y sostenible. Además propuso capitalizar al banco con recursos del FMI.
El Banco de Desarrollo para América Latina (CAF) realizó su encuentro anual la semana pasada. En ese marco, se debatió con el eje de promover una agenda de financiamiento a proyectos verdes en los países latinoamericanos y reducir las brechas de desigualdad social.
El presidente Alberto Fernández, participó del mismo, y llamó a reformular la agenda financiera internacional.
“Enfrentemos hoy una triple crisis: la sanitaria, la climática y la deuda externa. Debemos entender que no habrá justicia ambiental sin justicia financiera y justicia social global”, dijo Fernández durante su intervención. Y añadió: “Según la CEPAL el 60 por ciento de las exportaciones regionales están destinados al pago de servicios, de la deuda externa, que como promedio, representa el 76 por ciento del Producto Bruto Interno”.
Aprovecho el espacio y formuló una serie de propuestas para lanzar un nuevo contrato global, inclusivo y sostenible. Propuso capitalizar al banco con recursos del FMI proveniente de los DEGs (derechos especiales de giro), como así también que los organismos multilaterales destinen el 50% de sus carteras a préstamos ambientales. Y recordó el debate sobre un impuesto mínimo global discutido en el marco del G-20.
El encuentro fue abierto por el presidente de la CAF, Sergio Díaz-Granados; Luis Almagro, secretario general de la OEA; Michael Shifter, presidente del Diálogo Interamericano; Laura Chinchilla, copresidenta de la junta directiva del Diálogo Interamericano; Enrique García, expresidente ejecutivo de CAF; y Juan González, director senior del NSC para el Hemisferio Occidental en la Casa Blanca.
El mismo se realiza desde 1997 organizado por la CAF, el Dialogo Interamericano y la OEA (Organización de Estados de América). Mientras que el Banco de Desarrollo, tiene sus orígenes en 1970 y está conformado por 18 países de América Latina y España.
En el caso de Argentina ingresó al organismo desde 2007 y hasta la fecha ha recibido u$s 13.442 millones. Sólo durante la pandemia se otorgaron u$s 715 millones. Además este mes se firmaron 8 contratos de préstamos por más de u$s 1.100 millones y se anunciaron nuevos financiamientos por u$s 570 millones para lo que resta del año que se destinarán a proyectos de agua y saneamiento, agroexportación, infraestructura escolar y universitaria, y corredores logísticos de integración.
Las iniciativas suscritas son: Proyecto de Apoyo al Plan Nacional Argentina contra el Hambre ALIMENTAR II (u$s 300 millones); el Programa para el Apoyo al Plan Estratégico para la Vacunación Contra la Covid-19 (u$s 75 millones); el Programa de Desarrollo de Infraestructura Municipal (u$s 200 millones); el Proyecto de Mejoramiento de Infraestructura Escolar “Vuelta al aula” (u$s 75 millones); el Programa Sectorial de Apoyo al Sector Vial (u$s 100 millones); el Programa para la Modernización del Sistema de Vigilancia de Tránsito Aéreo (u$s 40,41 millones); el Proyecto de desarrollo y fabricación del Satélite ARSAT – SG1 (u$s 243,8 millones); y la adenda al Proyecto de Renovación Del Ramal M del Ferrocarril Belgrano, por u$s75 millones.