En el marco de regreso a la presencialidad en las universidades, desde Tribuna conversamos con Silvio Estefani, gremial de los docentes de la UTN (ADUT) y Giovani Tiezzi, representante de la federación estudiantil (FUVIMA).
Silvio, ¿cómo evalúas actualmente la situación presupuestaria de las universidades nacionales?
El tema presupuestario cambió recientemente. Veníamos de una época donde el dinero llegaba de forma normal, que fue la última época del “kirchnerismo”, a pasarla realmente mal, que fue durante el “macrismo”. No se mandaban los fondos en tiempo y forma, incluso hasta no se pudo pagar la luz, dejando de lado la educación pública. Luego comenzó a regularizarse y hoy en día se está llevando a cabo de forma normal sin problemas.
Respecto a este normal funcionamiento, ¿es acorde con lo que se necesita desde la educación?
En general, los presupuestos de las universidades son escasos. Vos siempre queres darle una vuelta de rosca para seguir ampliando. Acá, por ejemplo, estamos evidenciando un problema con las aulas que nos están quedando chicas por lo que necesitamos una batería más.
¿Para el retorno a la presencialidad vuelven a reflotar problemas que durante la pandemia quedaron “pisados”?
Con la virtualidad todo se simula. Si te faltaban aulas, en ese momento no importaba, si estabas teniendo clases desde tu casa. Pero los problemas vuelven a aparecer, es el caso de las aulas que te mencionaba antes.
¿Cuál es la situación salarial en la que quedaron los docentes de las universidades tecnológicas?
Hemos tenido paritarias, a través de la FEDUN, y se han logrado buenos aumentos y recomposiciones salariales que hacen llegar al porcentaje de inflación. Pero te hacen correr siempre detrás. Si tuviste un buen aumento cuando llegaste a cobrarlo, ya tuviste un incremento de la inflación entonces te va comiendo el salario. Es una condición general de los trabajadores de Argentina.
Es necesario trabajar en la lucha, y hacer de la discusión algo permanente. Si recién terminamos una paritaria, no podemos terminar ahí nuestra tarea gremial, tenemos que continuar ni bien terminemos para ver cuáles son las condiciones de trabajo.
¿Consideras que el actual acuerdo con el FMI va a tener incidencias en el funcionamiento de las universidades?
Sobre el acuerdo, primero tenemos que saber a dónde se fue la plata. En educación pública seguro que no se repartió. Tomaron plata para pagar lo que se debía y no sabemos qué hicieron. No considero que este gobierno lleve a pagar a los trabajadores esta deuda. Quizás sí entremos en una meseta donde tal vez no tengamos ningún tipo de inversión, pero no se van a observar recortes a la educación.
Giovani, ¿Cómo evalúas actualmente la situación presupuestaria para las universidades nacionales?
El presupuesto de diciembre no fue aprobado y eso es una complejidad para el funcionamiento, fue un sacudón importante en el que las universidades tienen que adecuar los presupuestos utilizados el año anterior.
Hay una línea de volver a recuperar la presencialidad y encontrarnos en un escenario más “amable” en el sentido de que los recursos van a estar asegurados. De todas formas, van a seguir existiendo problemas como ya lo estamos evidenciando como los alquileres para volver a las ciudades.
¿Podrías ampliar cuales son los desafíos de lucha del movimiento estudiantil?
La situación por la que está pasando el país y que se aceleró durante la pandemia como la situación de pobreza, el acuerdo con el FMI, la realidad es realmente muy complicada. Hay muchas cosas por pelear y el movimiento estudiantil tiene que estar a la altura. Debemos jerarquizar cuáles son las problemáticas y proponer medidas para aportar a estas. Desde la universidad tenemos que ver los problemas de pobreza y hambre, en nuestra misma ciudad hay muchas desigualdades que se están viendo.
El acuerdo en curso con el FMI, ¿va a tener incidencia en el funcionamiento de las universidades?
El problema no es el acuerdo, sino la deuda que contrajo Macri en su gobierno y que nos va a seguir dañando por mucho tiempo. El acuerdo tiene su contracara, porque también posibilita cuestiones que no estaban saldadas como la producción.
Un acuerdo con el FMI es beneficioso, era necesario llegar a un acuerdo para lograr la confianza, como el mercado, en cuestiones políticas de orden interno y externo, para sentar las bases para crecer y comenzar a producir, ponernos en marcha, tanto después de lo que ocurrió en el marco de la pandemia y la salida.
El movimiento estudiantil va a tener que exigir los recursos propios y que se brinde lo que corresponde a la universidad para devolverle a la sociedad que la está solventando.