“Hay una estructura de la Revolución Bolivariana que hace muy difícil que vayan a poder derrocarla”, comentó la diplomática venezolana, Crisbeylee González.
Desde Tribuna conversamos con Crisbeylee González, fundadora de Correo del Alba, un medio de comunicación de actualidad y análisis latinoamericano, y ex embajadora de Venezuela en Bolivia. Además, actualmente se desempeña como diplomática, analista política y artista.
¿En qué situación se encuentra la organización social en Venezuela?
Gracias a una organización social popular tan poderosa como la que tenemos, ante un ataque tan brutal como el que hemos vivido y que ha visto todo el mundo, es posible que al día de hoy continúe el proceso revolucionario de Venezuela.
Si no fuese por la gran organización popular que mantiene vivo y latente el proceso bolivariano, incluso más fortalecido que lo que fuimos hace un tiempo atrás, no hubiese sido posible resistir. Hoy la clase dominante en Venezuela es la clase trabajadora y las clases populares.
Cabe resaltar, que dicha organización se complementa con un liderazgo muy fuerte encabezado por el presidente Maduro y otros liderazgos en las capas medias inmediatas, capaz de sobrellevar y de combatir estos estos embates. Además, tenemos otro bastión fundamental: la Fuerza Armada Nacional Revolucionaria, un motor importantísimo de la revolución venezolana.
Con todo ello, hay más de 4.000 comunas organizadas, tenemos parlamentos locales en todo el país, parlamentos indígenas, o sea, hay una estructura de la Revolución Bolivariana que hace muy difícil que vayan a poder derrocarla.
¿Cuáles son las condiciones de vida de los trabajadores en el país?
Desde el punto de vista económico han ingresado recursos por las ventas de petróleo, entonces podemos inyectarlos a la sociedad, para el mejoramiento de los sueldos de los trabajadores y el mejoramiento de las condiciones de vida de la gente.
En cuanto a la redistribución de la riqueza, estamos haciendo un esfuerzo enorme por superar los grandes flagelos que históricamente han asolado a las grandes mayorías. La situación no es tan diferente a la que se pasa en el resto de los países neoliberales donde cuesta conseguir las cosas, cuesta comprar porque el dinero cada día es más escaso.
Venezuela este año va a registrar un crecimiento por encima de la media de la región, donde al día de hoy los supermercados están totalmente abastecidos, hay alimentos por todos lados. Puede verse una activación de la economía real ya que la gente es capaz de comprar aquello que anhela.
A ello se le suma la organización de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) que sostienen a ciertos sectores de la población que no tienen gran poder adquisitivo entregándoles periódicamente una canasta familiar que permite paliar aquello que está en deficiencia.
Eso es otro de los factores que impidió que el día 28 de julio se iniciaran unas nuevas “guarimbas”, que son actos contra la propia población organizados por una clase que históricamente fue la más poderosa en Venezuela y que no están de acuerdo con procesos populares como el nuestro.
¿Cuáles son los sectores económicos que buscan una mayor injerencia en la política venezolana?
Quienes están metidos de lleno con el golpe, porque lo han dicho sin ningún tapujo, son los Estados Unidos, que son quienes tienen la ambición sobre Venezuela ya que tiene la mayor reserva mundial de petróleo, la mayor reserva continental de oro pero, además más de 12 minerales estratégicos fundamentales. Ello explica quienes están dentro de esta conspiración.
Además, y como el día de hoy todos dependemos del Internet para comunicarnos, se creó una estructura de poder que no comprendemos del todo y que está tratando de controlar a la población mundial buscando colonizar las mentes.
No puede ser que a través de TikTok haya analistas de geopolítica que sepan más de lo que sabe un pueblo en el interior del país. Aquí los malos todos sabemos dónde están: los Estados Unidos y sus lacayos en el mundo.
Maduro antes de las elecciones habló de acuerdos con China y Rusia sobre inversiones y nuevos puestos de trabajo ¿Qué opinas de ello?
Como dice un compañero palestino, el mundo es un pedazo de carne roja sangrante que la están disputando dos fieras terribles que quieren quedarse con el pedazo más grande. Aquí entra a jugar Estados Unidos con su alfil que tiene licencia para matar, que es Israel. Nosotros no estamos de ese lado.
Nosotros estamos del otro lado, donde apoyamos la construcción de un mundo mejor, de un mundo para nuestro pueblo, y que no solamente tiene que ver con los venezolanos, sino un mundo mejor para todos y las futuras generaciones.
China, Rusia, Irán y Turquía son los que han ido apoyando a Venezuela en este proceso tan duro que ha sido enfrentarse al mundo en medio de un bloqueo con más de 900 medidas coercitivas y, sin embargo, estamos saliendo adelante.
El tema central es que buscan apropiarse de nuestro continente y en particular de Venezuela, que en este caso es cabeza de playa para el control total de la región porque tiene Amazonía, montañas, mar Caribe (donde circulan las rutas comerciales que controlan los Estados Unidos), y más.
Por eso, cuando pensamos el proceso venezolano tenemos que verlo desde una visión estratégica geopolíticamente, cuestión que se refleja históricamente con la disputa entre los proyectos del monroísmo y el bolivarianismo. Este último pretende la libertad e independencia de los pueblos; el monroismo, en cambio, quiere el control sobre todos los territorios y sobre todas las personas de nuestros pueblos.