Durante los últimos días de abril estudiantes secundarios realizaron manifestaciones en Santiago de Chile en reclamo de mejores condiciones para garantizar su derecho de acceso a la educación.
Las principales movilizaciones se registraron frente a institutos secundarios de la capital chilena como el Instituto Nacional, el Liceo Barros Borgoño y el Liceo Tajamar, ampliándose a otras escuelas.
Entre las principales reivindicaciones se destacan el pedido de mejoras de infraestructura de los establecimientos educativos, la ampliación de la planta docente y cambios en los contenidos académicos.
Las protestas, que incluyeron cortes de calle y la toma de algunos edificios, fueron duramente reprimidas por las fuerzas de seguridad chilenas, los Carabineros.
Daniel Luque, presidente del Centro de Estudiantes del Instituto Nacional, dijo que “el estudiantado no se va a quedar tranquilo por un par de migajas, así que tenemos que esperar las respuestas concretas, las manifestaciones probablemente sigan, porque nosotros seguimos igual que hace una semana. Hasta que no se vean cambios reales, estoy seguro que las manifestaciones van a seguir”.
El presidente, y ex dirigente estudiantil, Gabriel Boric denostó los reclamos, al declarar que “los estudiantes que quieran dialogar van a tener las puertas abiertas, los que quieran utilizar medios violentos tendrán que responder ante la ley como corresponde”.
“Nosotros venimos de las luchas estudiantiles y no nos olvidamos de aquello, y sería un sinsentido muy grande olvidar de dónde venimos. Los mejores resultados los hemos conseguido cuando el diálogo ha primado para llevar adelante estos objetivos”, añadió el mandatario.