El sábado 14 de mayo la empresa rusa de gas Gazprom prohibió “utilizar el gasoducto propiedad de EuRoPol GAZ (su filial europea) para transportar gas ruso a través de Polonia”. Por otro lado, la compañía energética rusa Inter RAO cortó el suministro eléctrico a Finlandia a través de su filial RAO Nordic Oy ante la falta de pago en rublos.
Estas sanciones se establecieron dos semanas después de que Gazprom interrumpiera el suministro de gas a Polonia y Bulgaria.
El viernes 13 de mayo, durante la cumbre de cancilleres del G7, la ministra británica de Relaciones Exteriores, Liz Truss, había dicho que “es muy importante en este momento mantener la presión sobre Vladimir Putin suministrando más armas a Ucrania e incrementando las sanciones”. Además agregó que la unidad del grupo “fue vital durante esta crisis para proteger la libertad y la democracia y continuaremos trabajando juntos para ello”.