Asumió el nuevo presidente interino y declaró al país en estado de emergencia por las movilizaciones que se llevaron a cabo en la ciudad de Colombo.
El ahora ex presidente, Gotabaya Rajapaksa, huyó en un avión militar a Singapur, en medio de las protestas, presentando su renuncia de manera electrónica.
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Debido a la dimisión, el miércoles 13 asumió el primer ministro del país, Ranil Wickremesinghe, como presidente interino. Tras el nombramiento, el funcionario declaró el estado de emergencia en el país y un toque de queda en algunas partes de la isla, exigiendo al ejército y a la policía el “restablecimiento del orden”.
El miércoles, cuando se dio a conocer la asunción del primer ministro, los manifestantes habían ocupado su oficina, pero la abandonaron el jueves cuando se declaró el toque de queda.
En respuesta a la declaración del estado de emergencia, Meenakshi Ganguly, el director de la organización de derechos humanos Human Rights Watch (HRW), manifestó que “las normas de emergencia no se pueden utilizar para prohibir todas las protestas o permitir que las fuerzas de seguridad hagan un uso excesivo de la fuerza contra los manifestantes”.
Actualmente el país sostiene una deuda en aumentó, que llega al 101 por ciento de su PIB, al tiempo que se encuentra en una negociación con el Fondo Monetario Internacional para reestructurar una deuda por 51.000 millones de dólares.
A su vez, el 70% de los hogares de Sri Lanka se vio forzado a reducir el consumo de alimentos y uno de cada dos niños necesita algún tipo de asistencia urgente, sostuvo Christian Skoog, representante del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).