“No hay otra medida intermedia que pueda solucionar la problemática de los trabajadores” comentó el dirigente refiriéndose al paro general.
Desde Tribuna conversamos con Daniel Yofra, dirigente sindical y referente de la Federación de Trabajadores Aceiteros, quién comentó que “lo primero que tenemos que hacer es definir el salario que puede cumplir con las necesidades que establece el artículo 116 de la Ley de contrato de trabajo y el Artículo 14 bis de la Constitución”.
Además, apuntó contra las dirigencias que “no creen en su fuerza y la de los propios trabajadores. Hay algunos que lo hacen por omisión, no quieren o no les interesa. Están mirando más las posibilidades que tienen los patrones que las necesidades de los trabajadores”.
¿Cómo ves la situación y cuáles son los principales problemas que tenemos los trabajadores en la actualidad?
Desde el punto de partida que tenemos el 52% de pobres, la situación del movimiento obrero es complicada.
La segunda complicación es la forma de ver la situación que tienen los dirigentes sindicales, principalmente de la CGT y CTA. Ellos no ven a las medidas de fuerza como forma para afrontar esta realidad ya que apresuran las soluciones de los trabajadores. No por las buenas llegamos a un 52% de pobres, porque evidentemente no tomamos las medidas correspondientes.
Todos los vaivenes económicos y todos los gobiernos que pasan por este país exigen el esfuerzo a los trabajadores, en algún momento tenemos que frenarlo. El movimiento obrero con la fuerza que tiene, con el poder que ha demostrado en la pandemia, donde el capital no se movía si los trabajadores no hubiesen sido obligados a trabajar, puede hacerlo.
¿Qué opinas sobre la situación política y el rol que están jugando las centrales?
La situación es inestable, y no me refiero solamente al oficialismo, sino también a la oposición, a toda la política en general. Nadie está dando una solución a la situación actual.
Este gobierno demostró una inestabilidad de todo tipo, dice una cosa y hace otra, es muy difícil gobernar siguiéndole el apunte a la opinión pública. Nosotros tenemos que tener un gobierno que tenga un determinado plan para sacar al país adelante, por lo menos para sacar a la gente de la pobreza.
Con respecto a las centrales, tienen que mover al movimiento obrero, no tiene que seguir esperando. El año que viene cuando siga este gobierno, o venga otro, va a pedir de nuevo un sacrificio a los trabajadores, y nosotros ese sacrificio no lo podemos seguir haciendo.
En ese marco, tendrían que empoderar al movimiento obrero, juntarlo y salir a discutir un plan de reinserción laboral, un plan económico que posibilite repartir las riquezas y que no hay otro camino que no sea la mejora salarial. Esa es la única manera de repartir la riqueza, que los trabajadores estén registrados y cobren lo que corresponde.
Hoy ese mínimo tendría que ser de $184.000 que no es un invento nuestro, sino que es lo que necesita un trabajador para vivir dignamente. Si no lo pueden pagar las empresas que justifiquen por qué, que presenten sus balances con ganancias como dice la ley y discutamos como corresponde.
¿Por qué no se pueden cumplir estas demandas básicas? ¿Contra quienes peleamos los trabajadores?
Un gran impedimento es la incredulidad sobre lo que pueden llegar a lograr los propios trabajadores que no creen en su fuerza. Hay algunos que lo hacen por omisión, no quieren o no les interesa. Están mirando más las posibilidades que tienen los patrones que las necesidades de los trabajadores.
Lo primero que tenemos que hacer es definir el salario que puede cumplir con las necesidades que establece el Artículo 116 de la Ley de contrato de trabajo y el Artículo 14 bis de la Constitución. A partir de ahí tendremos que ver cuales son las herramientas que tenemos.
Omiten la posibilidad de hacer paro, le tienen miedo o lo hacen en complicidad con las patronales. Si nosotros somos parte responsable de la situación que hoy tienen los trabajadores del país, tenemos que hacernos cargo. Los políticos tienen su política, y nosotros tenemos nuestro accionar que está inmóvil desde hace mucho tiempo.
¿Cuáles son las próximas medidas o iniciativas que tiene que tener el movimiento obrero?
Paro y huelga general: no hay otra medida intermedia que pueda solucionar la problemática de los trabajadores. Porque la plata está pero concentrada en un grupo de empresarios que cada vez tienen más plata mientras los trabajadores cada vez tienen menos.
Cuando los aceiteros encaramos las paritarias de 2004 teníamos vergüenza, incredulidad, porque era ir a pedir el doble o triple, y cobrabamos un salario de hambre en las mismas empresas que estamos ahora. Algunos dicen que conseguimos buenos salarios porque tenemos empresas multinacionales, del agronegocio, pero sin embargo éramos pobres antes de pelear. Hay que empezar a luchar porque eso es lo único que da resultado.
No podemos ir detrás de todos los problemas que hay en el país y olvidarnos de lo esencial que es una vida digna para los trabajadores. Nos tenemos que preocupar de eso. Lo que a mi me interesa es discutir con la patronal la negociación salarial libremente, sin atadura, y que el salario lo fijen las necesidades y no el sistema. Es sentarse a discutir salario porque esa es la verdadera distribución de la riqueza a la que apuntamos, para que los trabajadores tengan un buen salario.
En la medida en que no podamos garantizar a los trabajadores alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte, esparcimiento, vacaciones y previsión, todos los temas que salgan en el país van a quedar muy lejos en comparación a lo que nosotros tenemos que discutir ya.
Los trabajadores no pueden esperar más. Tenemos que empezar a condenar a los políticos y partidos que nos prometen cosas y no terminan cumpliendo, como por ejemplo cuando dijeron que iban a investigar la deuda y no se investigó, se está pagando, y ¿quiénes lo pagan? los argentinos.
Tenemos que dejar de discutir cosas que pasan de moda hasta que llegan las elecciones y los trabajadores siguen esperando. ¿Hasta cuándo?