Desde Tribuna conversamos con Matias Doffo, docente de la Escuela de Trabajo de Villa María y participante activo de las movilizaciones de los trabajadores de la educación.
Desde finales del año pasado los trabajadores de educación de la provincia vienen siendo protagonistas de distintas iniciativas que pusieron en el centro del debate las carencias que sufre el sistema educativo cordobés. Desde principios de este año la situación no cambió por lo que las protestas para denunciar el desfinanciamiento educativo se intensificaron.
ver: Trabajadores de salud y docentes marchan en unidad
¿A qué problemas se enfrentan los docentes cuando comienzan a dar clases?
Dentro de todos los problemas que tenemos principalmente son las condiciones laborales, ya que iniciamos las clases en las escuelas tal cual como quedaron del año anterior. No se realizó ningún mantenimiento ni mejoras, sumado a la negociación paritaria que es insuficiente.
Por otro lado, hay vacantes en todos los colegios y no hay quien quiera dar clase. Hoy en día tenés que cargar al sistema lo que trabajas y tardan hasta dos meses en pagarte.
¿Cuáles son los principales reclamos de las movilizaciones?
Las condiciones laborales y lo salarial, básicamente los profesores y las maestras de primaria están muy complicados para llegar a fin de mes. Una maestra de grado gana de bolsillo $124.000, muy por debajo de la canasta básica, y aclaro que la tarea no es solamente estar cuatro horas frente a los chicos. Tenemos un montón de trabajos que no son reconocidos ni remunerados, cómo las planificaciones de las clases, las correcciones, la carga de notas en el sistema de gestión de estudiantes, todo eso lo hacemos nosotros fuera del horario de clases.
¿Cómo empezaron a organizarse como autoconvocados?
Empezamos armando un grupo de autoconvocados en la ciudad de Villa María y Villa Nueva, pero fue tal la cantidad de gente que se empezó a sumar de la zona que terminó abarcando hasta cincuenta kilómetros a la redonda. Ahí entendimos que esto estaba pasando en cada rincón de la provincia, no solamente en Villa María. Se está produciendo un gran desmantelamiento en la educación pública.
¿Con qué otros sectores articulan?
Con los trabajadores de salud nos encontramos en el mismo reclamo, ya que somos todos empleados públicos y nos paga la misma patronal.
Si bien ellos son parte de salud y nosotros de educación, tenemos muchos puntos en común. En la última marcha que se hizo en la Costanera se unieron y tuvimos una gran convocatoria.
¿Cuáles son las futuras acciones que van a realizar?
Para el lunes 3 de abril se ha citado a la mesa de negociación salarial de la UEPC, así que vamos a esperar a ver cual es el resultado. Mientras tanto, nosotros seguimos discutiendo las acciones ya que comenzaron a llegar los descuentos por días de paro. Estos descuentos van desde tres mil a treinta mil pesos, haciendo un promedio la mayoría coincide que está cerca del diez por ciento de lo que cobramos de bolsillo.
Además, también llevamos adelante una volanteada en la rotonda de la autopista y la ruta 158 el sábado pasado.
¿Cuál es la respuesta que debe dar el gobierno para arreglar la situación?
Los sueldos mínimos tienen que superar la canasta básica, por lo cual deben alcanzar los $250.000.
También que los jubilados no llegan directamente, están cobrando $108.000 después de estar treinta años trabajando en el sistema. Por eso es necesario derogar la última ley jubilatoria que salió entre gallos y medianoche en plena pandemia.
Si no existe respuesta ante estos reclamos vamos a responder como hasta ahora: todos en la calle, sin distinción de banderas políticas ni sindicales. Estamos todos unidos y en la misma, públicos, privados, docentes de todos los niveles y de todas las gestiones.