El gobierno israelí respondió al ataque de Hamas con bombardeos y cortando el suministro de gas, electricidad y agua a Gaza.
El sábado 7 de octubre, un grupo militar de Hamas logró sobrepasar, por medio de paracaidistas y retroexcavadoras, el vallado que separa la franja de Gaza del territorio israelí. Allí asaltaron puestos de vigilancia del ejército de Israel, matando soldados y civiles y tomando como rehenes a cientos de personas.
Tras el ataque, el gobierno israelí autorizó tomar “acciones militares significativas” y declaró formalmente la guerra contra Hamas el domingo. Entre las medidas adoptadas por el gobierno y el ejército de Israel se destaca el bombardeo contra la franja de Gaza y el cese de suministro de gas, electricidad, alimentos y agua a la población del territorio palestino.
Hasta el momento, se han confirmado más de 1.300 muertos y 3.000 heridos hospitalizados por el ataque de Hamas a Israel, mientras que el número de muertos por el bombardeo israelí sobre la población de Gaza supera los 1.900, sumado a más de 6.000 heridos.
Posicionamientos internacionales
El domingo 8 de octubre, tras la declaración de guerra por parte de Israel, EE.UU. comenzó a enviar ayuda militar, y trasladó la flota del mediterraneo a las costas de Gaza. En este marco, se ordenó al grupo de ataque del portaviones USS Gerald Ford, el buque de guerra más grande del mundo, que se dirigiera a las costas gazeríes en el Mediterráneo Oriental.
A su vez, el presidente de EE.UU., Joe Biden, mantuvo una conversación con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmando que “habrá ayuda adicional para las fuerzas armadas israelíes” y “pleno apoyo al gobierno y al pueblo israelí tras los horribles y sin precedentes ataques de los terroristas de Hamás”, según lo publicado en un comunicado de la Casa Blanca. Por su parte, la Unión Europea condenó el ataque de Hamas y suspendió el envío de ayuda humanitaria a Palestina -691 millones de euros-.
Por otro lado, en su primera comunicación telefónica, el presidente de Irán, Ebrahim Raisí, y el primer ministro de Arabia Saudita, el príncipe Mohamed bin Salmán, denunciaron los ataques contra civiles y acordaron que es necesario “poner fin a los crímenes de guerra contra Palestina”.