Conversamos con Diego Dominguez, dirigente aceitero de Tancacha. “Defendemos el 14 bis y los puntos fundamentales de la Constitución como el derecho a la organización, sindicalización, asambleas y huelga”, comentó.
Hoy 29 de octubre se celebra el día del trabajador aceitero en conmemoración a la fundación de la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines, en 1947.
En ese contexto se plasmó la decisión de construir unidad obrera y solidaridad de clase entre los sindicatos aceiteros existentes en aquel momento atravesando a lo largo de las décadas del siglo XX intensos procesos de lucha.
En la actualidad, la Federación se constituye como un gremio referente en la defensa de los derechos laborales para el conjunto sindical. En este marco conversamos con Diego Dominguez, quien hoy es secretario general en la ciudad de Tancacha.
En un contexto de grandes cambios sociales ¿Cómo encaran este nuevo aniversario?
Los trabajadores aceiteros vamos a celebrar un día más con nuevos desafíos que no son solamente organizarnos y empoderarnos como trabajadores, sino también discutir el modelo político y económico donde queremos vivir.
Aclaramos esto porque sabemos que no estamos aislados del resto de la sociedad y la discusión es colectiva. Nosotros no nos vamos a salvar solos, porque nadie lo puede hacer. Es nuestra responsabilidad emprender ese debate.
Particularmente, como dirigentes debemos bajar un mensaje a los compañeros y sus familias de que no todos los modelos económicos son lo mismo, y que esta discusión puede verse reflejada claramente en el contexto electoral que estamos atravesando.
Hay un proyecto que plantea seguir defendiendo los derechos que los trabajadores hemos conquistado con luchas, mientras que otros buscan cercenarlos y hacer campaña con la quita de derechos, no solo para los trabajadores, sino hacia toda la sociedad.
¿Cómo se encuentra actualmente la cuestión salarial?
Nuestra Federación firmó este año un salario mínimo con una revisión en junio y en septiembre mejorando la paritaria. Actualmente nuestro inicial es de $508.000 mensuales, y vamos a sentarnos a discutir nuevamente en noviembre y diciembre para una nueva actualización. Es un buen logro y muy beneficioso para todos los trabajadores.
Además, nos basamos en la defensa irrestricta del artículo 14 bis de la Constitución Nacional y de los derechos fundamentales amparados por la legislación vigente en el artículo 116 de la Ley de contrato de trabajo, como el derecho a la organización sindical, la realización de asambleas obreras y huelgas.
Ver nota: El 14 bis, un pendiente
¿Y respecto a las demandas del resto de los trabajadores?
En los datos brindados por el INDEC puede verse sin dudas que hay una demanda del pueblo por mejorar, pero también hay que ver como pujan los poderes de los empresarios y los gobernadores, que también son responsables de esta situación.
Culpar solo al gobierno nacional no es correcto, y lo digo entendiendo que los gobiernos nacionales manejan el pulso de decisiones que afectan a todo el país. Pero sabemos que si hay una continuidad del modelo económico actual esto puede mejorarse.
En cambio, dudo que esas mejoras puedan efectuarse con Milei quien propone, por ejemplo, la eliminación de ciertos ministerios. Esto es, en particular, un ataque a la institucionalidad del país, pero también ensanchará la lista de desocupados en un contexto económico difícil.
Desde hace unas semanas las sucesivas devaluaciones han fulminado los salarios, ¿Cómo ves esta cuestión?
Con la movida del dólar ilegal en un ratito un par de millonarios con cuentas en dólares aumentaron su riqueza con una corrida bancaria. Mientras que a los sectores más vulnerables, los pobres, los trabajadores, se nos hizo añicos la economía familiar y nuestros ingresos salariales.
Además, esa movida genera inflación, haciendo que el gobierno salga a emitir más dinero. Por todo ello, la devaluación no es beneficiosa para los sectores a los que pertenecemos, sólo para los sectores concentrados y grandes empresarios del país. Estos últimos también juegan para que sus candidatos sean electos en las elecciones como si eso fuera favorable para todos los argentinos.
Frente a ello, la dolarización no es el camino. En otros tiempos con nuestra propia moneda hemos vivido muy bien. Hoy tenemos la necesidad de convertirnos en un país libre y soberano, por eso tenemos que fortalecer el peso y no esperar a que dirigentes políticos nos quieran arrodillar ante economías extranjeras.