Un análisis del desarrollo económico en el país en los últimos 4 años de gobierno peronista. La pauperización de los ingresos y las condiciones de vida contrastan de forma abrupta con la expansión de los negocios del capital en el país.
La Marcha, himno de autoría anónima entonado por primera vez en 1948, reflejó las bases del peronismo en unas pocas estrofas: “combatiendo al capital”, forjó la unión entre “ese gran argentino” y “la gran masa del pueblo”.
Su legado continúa en la actualidad siendo motivo de disputa entre sectores que buscan liderar el movimiento. En ese marco, la identidad política del gobierno se ha convertido en un parámetro de análisis. No obstante, en los últimos 4 años de gobierno peronista ¿en qué medida se refleja esta identidad el espíritu de la Marcha antes mencionada?
Situación del trabajo pasado y presente
Abordando el contexto histórico, la situación desarrollada desde los años 40’ hasta los 70’ han marcado la historia de nuestro país hasta el presente. Durante esos años prácticamente no existía la desocupación ni la pobreza debido, entre otros motivos, al desarrollo de las fuerzas productivas impulsadas por la alianza entre la gran burguesía nacional y el movimiento obrero.
Esta alianza, representada políticamente en el peronismo, elevó las condiciones de vida de la población, aunque su trayectoria no fue lineal. La dictadura militar truncó las aspiraciones de un “Estado de Bienestar”, generando un deterioro continuo en los indicadores de calidad de vida que, entre altos y bajos, duraría hasta el presente.
Al día de hoy el 40% de la población se encuentra bajo la línea de pobreza, 4,2 millones de personas ni siquiera alcanzan a cubrir las necesidades alimentarias básicas, la tasa de desocupación (entre efectivos y demandantes) es del 30%, del total de trabajadores ocupados más del 22% son monotributistas y 6,6 millones de asalariados trabajan informalmente.
Como parte de este mapa de situación, desde el primer semestre de 2020 hasta el último informe disponible de INDEC, 100.000 personas más cayeron bajo la línea de pobreza (contemplando indigentes). Además, según el organismo, desde enero del 2020 a septiembre de 2023, la inflación acumulada fue del 792,5%, el salario de los trabajadores registrados tuvo un aumento en el mismo período del 719,6% (73 puntos detrás de ese porcentaje) y los no registrados del 546% (246,5 puntos por debajo de la inflación).
Esto quiere decir que desde enero de 2020 hasta septiembre de este año los salarios de trabajadores registrados perdieron un 10% de poder adquisitivo, mientras que los trabajadores no registrados (informales) perdieron un 32% frente a la inflación. Todo ello en un contexto de regresión del poder adquisitivo que no frena desde el año 2012.
En cuanto a las condiciones de vivienda, sin contar las 5.705 personas en situación de calle censadas en 2022, 2.760.000 personas habitan cerca de basurales, 3.726.000 en zonas inundables, y 1.886.000 viven en viviendas con hacinamiento crítico (es decir, 3 o más personas por cuarto). Además, el 50% de la población del país no accede a alguno de los servicios de agua corriente, gas de red o desagües cloacales.
Hasta aquí la foto sólo refleja la pauperización de los ingresos y las condiciones de vida, las cuales contrastan de forma abrupta con la expansión de los negocios del capital en el país.
Situación del capital
Argentina, producto de su extensión territorial, cuenta con gran cantidad de recursos naturales. Desde hace siglos, los grandes capitales internacionales, a través de sus corporaciones, pusieron sus ojos en identificar, extraer y exportar la mayor cantidad de los mismos para el comercio internacional.
Para ver su evolución tomamos el informe de complejos exportadores del INDEC donde se puede comparar las exportaciones desde el 2019 al 2022 (último disponible). El complejo oleaginoso, el de mayor cantidad de exportaciones, aumentó un 48,3% su facturación en el periodo llegando a un total de 27.989 millones de dólares anuales.
En cuanto al complejo cerealero, que junto al de oleaginosas representa más de la mitad de las exportaciones del país, se incrementó un 59,7% en el período llegando a 16.093 millones de dólares. Según la Bolsa de Comercio de Rosario, casi la totalidad (más del 90%) del negocio exportador de estos dos complejos del agro está concentrado en sólo 10 megacorporaciones entre las que se encuentran Viterra, Cargill, Cofco, Bunge, ADM, entre otras.
Ver: Dólares para las grandes agroexportadoras
En cuanto al complejo petrolero, el tercero más grande, incrementó su facturación un 83,2% en el mismo periodo llegando a los 9.297 millones de dólares anuales. Y, según la secretaria de Energía, Flavia Royon, este año el sector viene superando récords de producción históricos impulsado principalmente por Vaca Muerta.
Ver: Récord de producción de petróleo
Aunque en el sector se encuentra la empresa estatal YPF, esta se alía a las empresas extranjeras para la exploración y extracción del crudo mientras que son las corporaciones multinacionales como Vista, CHNC, Petronas, Shell y Tecpetrol, quienes concentran el negocio de la exportación del crudo. Gran parte de los negocios de estas corporaciones están controlados por grandes fondos que sirven de financistas para la actividad.
Según los informes técnicos del INDEC, la inversión directa extranjera en el país pasó de 1.188 millones de dólares en 2020 a 8.990 en 2023. Esto significa un incremento del 656,7% en el período del gobierno del Frente de Todos.
El informe “La Inversión Extranjera Directa en América Latina y el Caribe” publicado este año por la CEPAL, comenta que las entradas por inversión extranjera directa en el año 2022 “se duplicaron con creces (123,2%) con relación a 2021, y llegaron a un total de 15.408 millones de dólares, magnitud que no se alcanzaba desde 2012”.
Pero eso no es todo. Según el INDEC, el mercado de capitales tuvo un crecimiento exponencial. Por ejemplo, el volumen negociado en el Mercado Abierto Electrónico (MAE) pasó de 5.883 millones de dólares en 2020 a 15.906 al 31 de marzo de 2022 (último dato disponible). Mientras que el volumen negociado en Bolsas y Mercados Argentinos (ByMA) tuvo su récord absoluto en 2021 con 85.776 millones de dólares, y continúa en la actualidad en niveles superiores a los años anteriores a este gobierno.
La Bolsa de Comercio de Buenos Aires en su Anuario Estadístico menciona que el patrimonio de los Fondos Comunes de Inversión se incrementó en sólo dos años (2020 y 2021) un 95%. Particularmente, cabe destacar que los de renta variable y renta fija en dólares incrementaron muy por encima del promedio en general un 946% y 551% respectivamente.
Estos agentes financieros no fueron beneficiados únicamente por inversiones en el sector privado. Según la visualización gráfica de la deuda, publicada en la página oficial del Gobierno Nacional, la deuda bruta total pasó de 323.065 millones de dólares a finales de 2019, a 403.836 en la actualidad. Eso significa un incremento del 25%. Además, la deuda pública pasó del 80,5% del PBI en 2021 al 88,4% en el segundo trimestre de este año.
Este peso puede verse reflejado en el presupuesto ejecutado por parte del Gobierno Nacional destinado a la amortización de la deuda que pasó de 3,4 billones de pesos en 2020 a 17,6 billones de pesos en 2023, significando un aumento del 23% en términos reales según la cotización del dólar oficial.
En síntesis, en un contexto donde el capital extrae beneficios extraordinarios año tras año mientras el pueblo trabajador es explotado y hambreado, la Marcha resuena en el presente como un llamado a replantearse las estrategias de “combate al capital”. Un desafío que radica en retomar la iniciativa que se traduzca en mejoras concretas para la “gran masa del pueblo”.