El próximo 25 de mayo se sellará en Córdoba la política de los grupos de poder implementada en el país, que tiene como objetivo directo la subordinación de los trabajadores a los intereses de las clases dominantes globales.
Entre los puntos de la convocatoria se prioriza la necesidad de avanzar sobre el ámbito laboral para desarticular la organización sindical reduciendo la negociación colectiva a una por empresa. Y determina la necesidad de una “modernización” garantizando las condiciones de competitividad a las empresas al reducir al mínimo el costo de la fuerza de trabajo.
Además, se planteó la reducción del gasto público que, según los datos de los últimos meses, tiene entre los principales perjudicados del ajuste a miles de jubilados que se encuentran en condiciones de pobreza.
Incluye también una reforma previsional dando lugar a planteos ya anunciados por actores globales como el fondo de inversión BlackRock, que se especializa en hacerse de estos fondos a precios bajos garantizando extraordinarias ganancias a costa del saqueo a los trabajadores.
También menciona el compromiso con las provincias para la explotación de los recursos naturales convalidando la entrega al capital extranjero en minería, hidrocarburos, litio, entre otros.
Escondidos en la defensa de la bandera nacional y recordando una fecha patria como el 25 de mayo buscan desplegar un programa que nos condene a una subordinación prolongada en el tiempo.
Por ello, los llamados a la movilización en cada localidad, ciudad y provincia en las próximas semanas son el escenario para recomponer una posición de fuerza sin la cual llegaremos a mayo como “espectadores” o, a lo sumo, con una mirada “crítica”, pero convalidando el saqueo directo al que seremos sumergidos.