La aprobación de Ley Bases y del RIGI definió la partida a favor de los grandes fondos de inversión. Estos ejecutan el saqueo de los minerales al tiempo que son los dueños de la deuda externa.
La semana pasada quedó finalmente aprobada la ley bases al ser ratificada en la Cámara de Diputados de la Nación. Al interior del proyecto, además de la restitución del impuesto a las Ganancias, se aprobó el nuevo régimen de incentivo a las grandes inversiones o RIGI.
Las políticas del RIGI otorgan beneficios a las corporaciones que realizan desembolsos para la explotación de los “recursos estratégicos” (alimentos, energía, hidrocarburos, minerales) que superen en inversión los 200 millones de dólares hasta los 900 millones de dólares.
El desembolso de estos fondos implica un conjunto de beneficios cambiarios, fiscales e impositivos como exención del pago de Ingresos Brutos, Impuesto PAIS, derechos de importación y de tasa estadística. Además de la reducción del impuesto a las ganancias, a contramano de la situación de más de 800 mil trabajadores que ingresan nuevamente bajo la “cuarta categoría” a tributar a este impuesto. Y la progresiva disminución del impuesto a la exportación que llega inclusive a reducirse a 0% luego de 3 años.
El mapa del coloniaje
La aprobación del RIGI viene a consolidar en el país un modelo de coloniaje al que asistimos en este momento de disputa mundial por el reparto de los territorios. Ese modelo hace pie en la extracción indiscriminada de los recursos energéticos y en la política de endeudamiento externo que alimentan el circuito global de disputa por el dinero. Los actores detrás de esta política que ordena los territorios son los fondos de inversión.
Todo ello, está contextualizado en el marco de una revolución tecnológica industrial que el capitalismo impuso como salto para escalar en su competencia caracterizada por la expansión de la digitalización de las monedas, operaciones financieras a través de mercados electrónicos y la sofisticación de instrumentos para la guerra militar.
Para reproducir este patrón necesitan del soporte material de dispositivos electrónicos que aseguran los conductores energéticos para el desarrollo tecnológico del siglo XXI. En ese sentido, la extracción del litio, por ejemplo, se torna un mineral preciado debido al auge comercial por las baterías empleadas en dispositivos electrónicos personales como computadoras y teléfonos, sistemas de almacenamiento de energía y del mercado de vehículos eléctricos que acompaña la “política de transición energética” tan difundida en los foros mundiales como la COP 26, y de la agenda de las últimas reuniones del G20.
Así, en la guerra en curso, los capitales globales ven en el país un fuente de energía que permite darle vitalidad al ciclo de reproducción: tierras ricas en energías -hidrocarburos y gases-, minerales, y alimentos.
Por caso, uno de los sectores que mayor apoyo otorgó a la aprobación del RIGI fue el sector minero. En ese sentido, desde la Cámara Argentina de Empresas Mineras (CAEM) caracterizaron al régimen como “una herramienta esencial para que el país pueda poner en marcha la producción minera, y de otros sectores estratégicos, al generar un marco de certidumbre”.
“El RIGI es una buena noticia que mejora a la Argentina como destino para nuestras inversiones. La aprobación de la Ley nos llevó a reevaluar el plan para aumentar significativamente el tamaño original a fin de ingresar con, al menos, el monto mínimo estipulado en la legislación”, declaró al respecto Gerardo Tyszberowicz, director para América Latina de XtraLit a Clarín. La empresa ya había anunciado en febrero la creación de un fondo de inversión de 104 millones de dólares para la exploración de litio en el país.
Alineada al RIGI, la empresa surcoreana Posco se reunió horas antes de la aprobación del proyecto con el ministro de Economía, Luis Caputo. Jeong Ki-seop, presidente de la firma que extrae litio en el Salar del Hombre Muerto en Salta, fue el encargado de comunicar su intención de ingresar de manera rápida al régimen, según informó Yonhap News Agency.
Por su parte, la empresa canadiense American Salars llegó a un acuerdo con Recharge Resources Ltd. para adquirir el 100% de la participación en el proyecto Pocitos I, en Salta, lo cual fue informado en un comunicado por parte de su CEO, Nick Horsley: “ahora controlamos tanto el proyecto de litio Candela II como Pocitos I, que, en combinación con su bloque vecino Pocitos II, albergan a 760.000 toneladas de carbonato de litio”.
Mercado concentrado
Actualmente sólo existen 3 proyectos activos, extrayendo y exportando litio. Son los casos de la Minera del Altiplano S.A en Catamarca (filial de la multinacional Livent); Sales de Jujuy S.A en Jujuy de la empresa Orocobre y de la empresa minera provincial JEMSE; y del proyecto de Minera Exar S.A en Jujuy perteneciente a Lithium Americas Corp. en una alianza con la china Gangfeng Lithium y JEMSE que entró en operación en 2023, según reporta OCIPEX.
El litio representa el 17,3% del total de exportación minera secundando al oro que representa dentro del grupo de minerales metalíferos un 63,2% para abril del corriente año. En “abril de 2024 el balance comercial de minerales de Argentina presentó un superávit comercial de 136 millones de dólares. Este monto presentó un crecimiento mensual interanual del 1,4% y es un 20,6% inferior al superávit promedio de los últimos 24 meses”, informó la Secretaria de Mineria.
Las exportaciones de litio y minerales metalíferos están concentradas en pocos destinos. China y Alemania representaron el 88% de las exportaciones para abril, mientras que en el acumulado del primer cuatrimestre el ranking está conformado por China, Estados Unidos y Corea del Sur. De los 12 proyectos que actualmente cuentan con capitales chinos en el país, 7 son de litio, dando cuenta del avance del país asiatico en la cadena en territorio argentino.
Estos minerales se vuelven necesarios para los bancos centrales locales ya que les permiten el ingresos de dólares que luego son girados casi de manera automática como pago por intereses y servicios de la deuda. El BCRA mira con expectativa al sector minero en su informe “Estimaciones para el comercio exterior de bienes 2024-2030” a través del cual indica que las exportaciones mineras -incluyendo los proyectos en curso de explotación de litio, cobre, oro y plata principalmente- pasarán de US$ 6.100 millones en 2024 a US$ 15.600 millones en 2030.
Salares y finanzas
A través de un reporte titulado “¿Quiénes son los dueños del litio en Argentina?” destacan un dato que reconstruye la participación de empresas en los salares de Argentina (todas integrantes de CAEM).
En primer lugar se encuentra la empresa Lítica con más de 320.000 hectáreas. Lítica es la división de litio de la petrolera multinacional Pluspetrol (tercera mayor petrolera del país), y sus operaciones incluyen bloques en el yacimiento de Vaca Muerta. Le sigue Arcadium Lithium con alrededor 232.637 hectáreas. Esta es una nueva empresa resultado de la fusión en enero de 2024 de dos empresas mineras de capital extranjero (Livent y Allkem).
Completan el listado Integra Lithium, propiedad de José Luis Manzano, copropietario de Edenor, Metrogas, la petrolera Andes Energía, la empresa eléctrica Andina PLC, y canales de radio y televisión en Argentina. Luego Ganfeng Lithium de capitales chinos asociados a la argentina EXAR -a su vez en sociedad con la canadiense Lithium Americas y la estatal jujeña JEMSE- y en quinto lugar Río Tinto de capitales británicos.
Al observar en la estructura accionaria que está detrás de las empresas, en el caso de Livent se encuentran los fondos de inversión BlackRock, Vanguard, Wellington, State Street; en el caso de Alkem sus principales accionistas son JP Morgan y HSBC.
En una carta anual enviada a sus inversores, Larry Fink, CEO de BlackRock, sugirió que “los mercados de capitales pueden ayudar a los países a alcanzar sus objetivos energéticos, incluida la descarbonización, de una manera asequible” en línea con las inversiones en el sector de litio en Argentina.
La aprobación del RIGI está directamente articulada a la política de los fondos de inversión que han ganado esta batalla. Estos actores son dueños de la deuda externa privada con Argentina, y a través de su control sobre empresas estratégicas se hacen de los recursos necesarios en el marco de la guerra en curso. Así, intervienen con una política de extracción de recursos y del ordenamiento de los conflictos al interior de los países.